Asistimos a la presentación de esta peculiar iniciativa de Honda, El valor de un gesto, que tuvo lugar en el HIS de Barcelona. Allí nos explicaron a qué dedica sus esfuerzos la entidad receptora de la solidaridad que la marca del ala dorada pretende aglutinar con esta campaña.
La fundación Theodora lleva a cabo una encomiable labor por los hospitales, dirigida a los más pequeños y menos afortunados de nuestra sociedad. Esta conmovedora iniciativa tiene como protagonista a un divertido personaje, capaz de enternecer el corazón más frío y rocoso. Su nombre: El Doctor Sonrisa.
Son 30.000 en un año, los pequeños que reciben la visita de estos doctores sonrisa, sobre cuya actuación se ha demostrado que baja la dosis de tranquilizantes administrada a un niño que debe pasar por el quirófano.
Marc Márquez y Dani Pedrosa dieron su apoyo a la campaña asistiendo a la presentación, haciendo durante la misma algunas revelaciones tan llamativas como conmovedoras a los medios allí representados.
El piloto de Cervera explicó que desde que su fama empezó a crecer, sintió una gran responsabilidad como referente para muchos niños, algo que le ha costado trabajo asumir, y le ha dado más de una lección, como la que relató: Hace algunos cuantos años, condujo sin casco, apenas una decena de metros, por el interior de un paddock. Un pequeño le vio y le imitó. Cuando su padre le reprendió, prohibiéndole hacerlo, el niño le respondió que si Marc Márquez lo hacía, ¿por qué él no?
Marc nos manifestaba que cuando escucha la voz de un niño pronunciando su nombre, no puede evitar girar la capaz, y trata de atenderle auque su tiempo sea el más apretado, o directamente no disponga de él.
Dani, por su parte, nos describía cómo a veces ve a algún adulto que no respeta el turno para un autógrafo, colándose delante de un niño, y el propio Dani adelanta al niño para atenderle primero, algo que Marc subrayaba con rotundidad: El niño primero, aunque no haya tiempo, y luego el adulto, si lo hay.
La campaña Honda, el valor de un gesto, toma fuerza con escenas como la relatada por Marc, cuando un pequeño le visitó en su silla de ruedas y se puso pie para hacerse una foto con la RCV 213 y su piloto. El padre de la criatura rompió a llorar emocionado, y es que según reveló a Marc, hacía más de un mes que el niño no se levantaba de su silla.
Sí, escenas que remueven nuestro lado más humano, como la que describió el propio Dani, cuando recibió la visita ilusionada de Luca, un niño en el proceso terminal de una grave enfermedad. Lo más valioso para el piloto de aquella dramática experiencia, fue el resplandor que por un momento vio brillar en el rostro de la madre, sumida en el dolor y la impotencia. De hecho, Luca hoy ya no está entre nosotros.
Marc también declaró sentir que es muy poco lo que él puede hacer por causas como la de Honda, el valor de un gesto, y que es todo el colectivo motorista quien realmente puede hacer mucho por estas causas.
¿Qué se puede aportar para que esta iniciativa cumpla su objetivo?
Pues retratarse con una nariz de payaso y enviar la imagen al hashtag #hondaelvalordeungesto. Por cada imagen, Honda donará un euro. Objetivo: reunir 25.000 antes del 31 de julio, para que 2.000 niños reciban la visita de El Doctor Sonrisa.
Parece no representar tanto esfuerzo como para dejar pasar la oportunidad de contribuir a una causa tan conmovedora. /¿No es así?/