En 1962, la marca del ala lanzó la legendaria Honda Cub. Dos años más tarde, los japoneses decidieron lanzar una versión pensada para utilizar en las zonas rurales, lejos de los caminos asfaltados. Se trataba de la Honda CT90 y sus siglas significaban Cross Trail.
Al igual que hiciese entonces, Honda ha traído al Salón de Tokio una nueva CT, en este caso derivada de la Super Cub 125 de la que ya podemos disfrutar en Europa. Se trata de la Honda CT125 y que de momento sólo se ha presentado como un prototipo.
La fórmula para crearla ha sido la misma que utilizaron hace más de 50 años: cambiar las ruedas de asfaltos por otras mixtas, añadir unas suspensiones con un recorrido ligeramente mayor, protecciones para el motor y eliminar todos los plásticos con el fin de que no se dañase en las caídas y que además fuese lo más ligera posible.
Si hacemos memoria, Honda ya lanzó en fase de prototipo un modelo parecido pero bajo el nombre de Honda Cross Cub aunque sólo para algunos países asiáticos incluido Japón y con una cilindrada de 110 cc.
Sin embargo podemos esperar que la Honda CT125 podría llegar también a Europa, creando una gama de scooter muy pasionales junto a la propia Super Cub 125 y a la Honda Monkey 125. La propia Super Cub apareció como un prototipo y finalmente se convirtió en realidad así que podemos esperar que ocurra lo mismo.
Este prototipo de Honda CT125 cuenta con algunas particularidades. Como la CT original, la mayoría de los plásticos se han eliminado quedando a la vista el chasis y el motor (este último se ha protegido con barras laterales y un cubrecárter).
El guardabarros delantero es más corto y abierto para facilitar que el barro no se quede atrapado entre él y la rueda. De igual forma, la horquilla cuenta con fuelles que protege las barras de piedras que salten. El faro es redondo y el manillar está más elevado para mejorar el control, además de ser más robusto gracias al refuerzo central que incorpora.
La amortiguación trasera es diferente, con los muelles a la vista en vez de estar encapsulados. Por último, el asiento es individual como en el modelo original y justo detrás monta una parrilla portaobjetos. No nos olvidamos, por supuesto, del escape con salida lateral elevada.
Sin duda un gran homenaje a toda una moto que, en sus diferentes versiones, se ha convertido en un objeto de culto.
