Es uno de los temas más candentes en el país, y se vivieron momentos de clara crispación cuando “se amenazó” con implantar una ITV en Francia al estilo de la que te tenemos en España. Cierto es que el estado galo consiguió asumir las presiones europeas y retrasar los plazos al máximo posible, pero el margen se acababa en 2022 y todo parecía conducir a la implantación de la medida.
Afortunadamente para nuestros vecinos, finalmente no tendrán que pasar la ITV a sus motos como norma general. La presión social y el compromiso de los diferentes gobiernos durante más de una década han logrado el objetivo. Eso sí, ha habido altibajos pues en el verano de 2021, con premeditación y alevosía la implantaban para, poco después, rectificar con el propio presidente Macron interviniendo.
Más tarde fue el ministro de Transportes, Jean-Baptiste Djerbbari, el que anunció que no habría ITV periódica, aunque sí se tomarán una serie de medidas y prestando especial atención a los ruidos con multas que llegarán a los 1.500 euros.
Ahora la ITV en Francia es historia gracias a la confirmación de la anulación del decreto por parte del Consejo de Estado, aunque aún quedan algunos trámites oficiales como que los ministerios implicados firmen el dictamen y, posteriormente, se publique en el Diario Oficial (el BOE francés). Será entonces, antes del próximo 8 de abril, cuando los franceses habrán culminado con éxito otra revolución. En este caso contra la imposición de la Unión Europea.
