La esperada reforma de la Ley de Tráfico hacía pensar en que llegarían nuevos y mejores tiempos para los conductores en general y para los motoristas en particular, pero la realidad parece bien distinta según denuncia el colectivo motorista. La comunidad motera de España, representada por las organizaciones Plataforma Motera por la Seguridad Vial, Asociación Nacional de Motoristas, ANESDOR y PROVIAL, con el apoyo de casi 600.000 motoristas entre organizaciones, motoclubes, personas físicas y empresas ha hecho notar su malestar con esta reforma. Después de muchas idas y venidas, finalmente esta reforma ha llegado al Senado tras la fase de enmiendas en el Congreso de los Diputados, y lo hace sin reconocer la importancia de que el equipamiento obligatorio de los motoristas esté regulado en bases a normativas técnicas de certificación u homologación.
A pesar de que este colectivo ya presentó las enmiendas correspondientes durante la tramitación en abril, finalmente parece que no habrá normativa que regule el uso de un equipamiento eficaz que vele por la seguridad de los motoristas. Para entender la situación y llevado a un extremo casi cómico, si esto sucediera con los cascos sería como que una gorra estuviera al nivel del mejor casco del mercado de cara a ir equipado para la administración.
En cualquier caso no se queda ahí la cosa y es que también se denuncia confusión en la derogación de la posibilidad de superar la velocidad máxima permitida en 20 km/h en los adelantamientos. Aunque según la Ley se podrá seguir haciendo uso de esta velocidad extra, en el texto trasladado al Senado se mantiene una referencia a la derogación de la misma lo que conlleva, según el colectivo, a una situación de grave confusión que es contraria a la seguridad jurídica.
Otro de los puntos negativos es que seguirá siendo legal avisar y localizar controles policiales. Una medida que atenta directamente contra la seguridad tanto vial como ciudadana, y es que con esas informaciones esquivarlos por aquellos que tienen algo que ocultar, es mucho más sencillo.
Además de estos puntos más conflictivos, sí parece que la reforma traerá algunos puntos beneficiosos para los motoristas, como la regulación de los cursos de conducción segura que, además, implicarán concesión de puntos en el carnet siempre y cuando estén certificados. Igualmente, se regula por fin el uso de intercomunicadores que será legal, a la vez que se prohíbe expresamente el uso del móvil introducido dentro del casco.
En resumen una ley, que por cierto quita el termino “Motor” que iba a llevar delante y por tanto afecta a todo tipo de vehículos, y que cuenta con puntos importantes pero que a la vez ha dejado pasar grandes oportunidades para hacer de las carreteras un lugar más seguro.
