Hay que reconocer que uno de los puntos que más resaltan las marcas a la hora de anunciar una moto y sus prestaciones, es la potencia. En realidad tener mucha potencia no va a servir de nada si no se puede utilizar. Lo más importante es que esa potencia sea dosificable, entre cuando nosotros queramos y lo haga de manera paulatina, durante la mayor parte del rango de revoluciones y lo menos violenta posible. Es decir, todo lo contrario a lo que estábamos acostumbrados a ver con las 500 de dos tiempos cuando los pilotos salían volando por pensar en tocar el gas.
Aun así, somos especiales (hay que reconocerlo) y siempre nos llama la atención la potencia. Si estamos buscando una deportiva nos fijamos en los CV, si es una moto para el A2, igual tanto limitada como sin limitar (si es que se puede) y hasta en las 125, buscamos las que más potencia tengan. Es por eso que las marcas se afanan en ofrecernos estas cifras aunque, normalmente, la potencia que nos dicen es al cigüeñal (también es donde está el límite por ley donde lo hay). Así que, ¿cómo saber exactamente qué potencia llega a la rueda? Pues con un banco de potencia.
Los amigos de Cycleworld han subido a la Aprilia RS 660 para ver qué es capaz de ofrecer y no solo eso sino en que rango lo hace, que es lo importante. Hay que decir que la moto está sin limitación así que estaríamos hablando del modelo que ofrece 100 CV (el limitable son 95). Esta prueba demuestra las grandes ventajas de los bicilíndricos, y es que el motor de la RS 660 solamente cuenta con dos cilindros en paralelo, como si a a la RSV4 se le hubieran quitado dos. De hecho, realmente es lo que hicieron en Noale, tomar como base el motor de 1100 y ajustarlo para que fuera un bicilíndrico de 659 cc.
Una vez subido al Dynojet las cifras no sorprenden. Hay que decir que lo habitual es que la potencia a rueda sea entre un 10 y un 15% menor que al cigüeñal por las fricciones de la transmisión primaria y secundaria, y la resistencia de la propia rueda. Precisamente en esas cifras se muestra la Aprilia RS 660 que marca una potencia máxima de 89,16 CV a 10.520 revoluciones. En cuanto al par motor, podemos ver una curva que en realidad es plana y estable casi desde abajo y especialmente desde las 4.000 RPM, alcanzando su máximo a las 9.540 vueltas cuando ofrece 44.80 libras-pie que son 60,8 Newton metro.
No cabe duda que el resultado que encontramos en esta prueba es justo el que demuestra por qué la RS 660 es, a día de hoy, la reina de las “twins” deportivas que están proliferando y que tanto nos gustan al mezclar ligereza con una potencia más que razonable, y un par del que disfrutar especialmente en curvas reviradas.