Restaurar una moto siempre es saludable, sobre todo, si se trata de un modelo legendario como la Honda CB 750 Four, la primera superbike moderna. Su motor tetracilíndrico en línea, el freno de disco delantero y sus más de 200 km/h marcaron un punto de inflexión en la historia de la moto tras su presentación en el Salón de Tokio de 1968. La segunda generación llegaría en 1979, ya con doble árbol de levas en la culata, pero nuestra protagonista es la última de la primera saga.
Lo bueno de la unidad adquirida por Tahitian Rider es que está prácticamente entera, lo que facilita su «vuelta a la vida». Tras un primer lavado a fondo para ver lo que esconde esta Honda, el primer trabajo se centra en el motor y los frenos: embrague, juntas, filtro, aceite, bujías, batería, pastillas, amortiguadores, etc.
Muchas piezas han sido suministradas por el especialista Tom Racig Designs, aunque sabemos que la saga CB750 es uno de esos modelos fetiche para los que el gigante japonés todavía fabrica recambio.
Esta primera parte de la restauración sólo dura 15 minutos en modo timelapse y Tahitian Rider promete que habrá más entregas…