En una entrevista realizada por los compañeros de Cycle World a Bruno dePrato, la compañía fundada por Valerio Bianchi, Giuseppe Morri y Massimo Tamburini se comenta que ha colgado el cartel de cerrado en sus oficinas de Rimini después de que el intento de reflotar Bimota, en 2013, no haya llegado a buen puerto.
Después de grandes dificultades económicas, Bimota vio un rayo de luz con la entrada de los inversores suizos Daniele Longoni y Marco Chiancianesi, los cuales se hicieron con los derechos sobre la marca. Bajo nueva dirección intentaron reflotar la marca, presentando a finales de ese año en el EICMA 2013 la nueva Bimota BB3 dotada con el motor de la BMW S1000RR.
Sin embargo, el nuevo modelo italiano no alcanzó las ventas esperadas, lo que hizo que también su aventura en el mundial de Superbikes fracasase al no conseguir la pertinente homologación necesaria en función de las motos de producción vendidas.
A finales de noviembre, Bimota presentó un nuevo modelo, la Tesi 3D Cafe Racer, pero no llegó a pasar de la fase de prototipo. Desde entonces y hasta la actualidad, han ido vendiendo motos de forma ocasional más con el objetivo de poder ir deshaciéndose del stock de piezas ya que la viabilidad económica no era posible.
Es curioso ver como una vez más una empresa italiana es capaz de hacer las máquinas más bellas y, al mismo tiempo, no serlo de mantener la viabilidad económica de las empresas. Ejemplos hay unos cuantos: Ducati lo pasó muy mal, Cagiva, Benelli, Bimota, y en coches Lancia o los apuros que tuvo Alfa Romeo, por citar algunos.
¿Y el futuro? Desconocido. Puede que durante un tiempo la marca se aletargue hasta que alguien se plantee volver a traerla al lugar que le pertenece. ¿Inversores Indios? ¿Chinos? Todo podría ser…
