La base utilizada en esta motocicleta creada por el alemán Chris Zernia es una Honda CX500. Sí, esa motocicleta que los japoneses lanzaron entre los años 70 y 80 y que contaba con un montón de innovaciones técnicas y su inconfundible configuración de motor con cigüeñal longitudinal, cilindros en V a 80º y colocados de forma transversal.
Como modificaciones encontramos un faro delantero LED, horquilla de Honda VT600, amortiguador de una Harley-Davidson DYNA Glide y llantas Comstar con neumáticos Bates Baja. Aunque lo verdaderamente importante es el trabajo hecho en la carrocería.
Chris Zernia no tuvo que irse demasiado lejos para encontrar lo que necesitaba. Concretamente hasta la región montañosa de Eifel, muy cerca de su casa. Una vez allí se trajo una roca de basalto de 450 kg con la que empezó a trabajar para darle forma a la careta delantera, depósito de combustible, conjunto asiento-colín, placa portanúmeros e incluso le sobró un poco para hacerse un casco a juego. Al final, la carrocería pesa un total de 60 kg, que si los juntamos con los poco más de 200 kg que pesa la CX de serie, todavía quedamos por debajo de alguna customización yankee con acero de Pittsburgh.
Lógicamente el peso de la carrocería obligó a reforzar la parte inferior del asiento con un nuevo entramado de tubo de acero de 4mm. La luz trasera va sujeta con pegamento. Esta particular moto ha quedado entre las tres finalistas del concurso realizado por Bikeexif denominado Build da Fukker.
Un vehículo ideal para Pyornkrachzark, el gigante comepiedras de la Historia Interminable.