Desde hace tiempo, Suiza encabeza una guerra contra los ruidos producidos por los vehículos a motor. Las multas han ido apareciendo para intentar encauzar esa situación y ahora van a ir un paso más lejos, porque el Consejo Federal impulsó una medida con la que se pueden imponer multas de hasta 10.000 francos suizos, 10.639 euros al cambio actual, a quienes sean excesivamente ruidosos.
Ha sido ahora, a comienzos de 2025, cuando se han seguido dando los pasos de una hoja de ruta que los suizos llevan desde 2021 y que preveía ir avanzando en las sanciones que se iban a imponer. Lo primero que se puede pensar es que estas multas van encaminadas a los vehículos que más ruido generan, pero no es exactamente así.
Y es que si el vehículo es ruidoso de serie, la cosa no será igual que se ha modificado, por ejemplo. De hecho, quedan prohibidas las modificaciones técnicas del vehículo, como el cambio de escape, que tiene que estar conforme a las estrictas normativas locales, y se han ampliado la lista de ruidos que deben evitarse. Además, queda expresamente prohibido el generar ruidos voluntarios.
Multas sí, pero castigando la intencionalidad
Esto significa que las multas irán a parar, al menos eso dicen por el momento, a quienes generen de manera voluntaria un ruido excesivo, como puede ser el de subir de revoluciones el motor en parado o llevarlo al corte de encendido. Es decir, el fondo de la ley busca más sancionar conductas que por cuestiones técnicas.
Esto incluye el calentar innecesariamente el motor antes de arrancar con multas de entre 60 y 80 francos. Para poder implantar este nuevo sistema de multas, Suiza recurrirá a los “radares” de ruido, que son capaces de detectar el ruido y su procedencia y sacar una fotografía.
Otro aspecto que se ha valorado es el de la necesidad de considerar diferentes límites de ruido en función del vehículo (tanto categoría como edad del mismo). Por eso, el Consejo Federal, consciente de la complejidad técnica que esto llevaría, ha decidido seguir investigando al respecto.
Por tanto, es de esperar que en un futuro cercano todo se vuelva más estricto.