El 1 de enero de 2025 entra en vigor la nueva regulación que tendrá que ver con los estándares que se le pedirán a las motos nuevas. Se trata del denominado como Reglamento R41.05, que forma parte de lo que conocemos como Euro5+.
La Euro5+ es la parte final del paquete de nuevas medidas de Euro5 que debían cumplir las motos en cuanto a todo tipo de regulaciones, entre las que tenían mucho peso las emisiones y la contaminación.
Precisamente ese punto es el que ataja la Euro5+ y la nueva regulación, que se encarga de ir un paso más lejos en la contaminación acústica (además de las condiciones de emisiones de gases). No es que los límites de ruido hayan variado y sean más estrictos a partir del 1 de enero de 2025, sino que se medirán de diferente manera para buscar que las pruebas de laboratorio concuerden con la realidad.
El fondo de la cuestión es atajar el ruido en núcleos urbanos y en zonas rurales ,y de ahí que las pruebas sean diferentes. Por simplificar la explicación de la norma anterior, antes se pedía a los fabricantes que el ruido que hacía la moto en marcha a 50 kilómetros por hora fuese el mismo que el que la moto hacía con el motor apagado.
Al ser una regulación tan abierta, permitía a los fabricantes encontrar la manera de cumplir con este requisito pues, no especificaba marchas ni otros detalles que podían hacer que pasar la prueba fuese más sencillo.
La nueva regulación busca también cierta homogeneidad
Pero lo que cambia ahora es que las pruebas se medirán con la moto a unas revoluciones concretas y en un rango de velocidad de aceleración, con unas velocidades que variarán en función de la potencia del mismo. Esto, de por sí, ya hace afinar mucho más en cuanto al ruido se refiere. Pero además las mediciones se harán en todas las marchas en caso de que la moto sea compatible.
En el fondo, lo que implica esta homologación es que las motos tendrán que ser medidas de una manera muy diferente a la que se hacía anteriormente, aumentando las mediciones hechas.
Ahora serán organismos independientes los encargados de las homologaciones, registrando los resultados de las pruebas. Antes eran los fabricantes quienes registraban los resultados y, posteriormente, el organismo independiente era quien aleatoriamente probaba una unidad del modelo para comprobarlo y determinar la precisión del informe, algo que la UE consideraba como dejar demasiado margen.
De todas maneras, la realidad es que prácticamente todos los fabricantes han adelantado el trabajo y muchas de las motos, que hoy están en los concesionarios, ya están preparados para la nueva regulación y el Euro5+.