Hace poco os contábamos cómo lavar la moto sin ni siquiera mover un dedo. Esta es la solución más fácil para algunos, llevarla a un lavadero de motos especializado y recogerla perfectamente limpia. Ni sudor, ni grasa, ni tirarse por lo suelos. Pero si nuestro bolsillo está tiritando, nos gusta darle cariños a la niña o simplemente preferimos gastarnos el dinero en gasolina, desde SoyMotero.net os damos la solución.
Sólo hay que hacer propias las palabras del Señor Miyagi, aquellas palabras llenas de sabiduría: “Dal cela, pulil cela”, y seguir los 10 mandamientos del buen lavador de vehículos:
Como cada maestrillo tiene su librillo, aquí os presentamos el nuestro.
1. Obtén todo el material necesario
Para llevar a cabo nuestra tarea de limpieza es necesario hacerse con una serie de materiales que nos facilitarán nuestra labor. En función de la cantidad de mosquitos, barro, grasa o polvo que tenga nuestra montura deberemos hacernos con cantidades industriales o con el kit estándar:
Material necesario:
- Ropa que no vayas a utilizar para vestirte de gala
- Lavavajillas neutro
- Esponja
- Una bayeta o distintos trapos ( limpios)
- Papel de cocina / gamuza
- Un cubo
- Brocha
- Bolsa de plástico y goma elástica
- Agua, mucha agua
- Desengrasante / Limpiamotor/ kH7
- Pulimento para los cromados (si es que tu moto tiene cromados).
- Vaselina o grasa para los contactos eléctricos y cables.
- Aceite para engrasar cadenas.
2. La moto debe estar fría
Una vez tengamos todo el material preparado y nos hayamos enfundado el traje de faena podemos ponernos manos a la obra. En primer lugar debemos dejar enfriar la moto y quitar el contacto. No se trata de echarle cubitos de hielo por encima para que se enfríe antes pero es mejor lavarla en un lugar que no esté a pleno sol.
Una vez fría es buen momento para tapar el escape con alguna bolsa de plástico y lo fijamos con una goma elástica para que no le entre nada de agua durante el lavado.
3. Atacar las zonas con mayor suciedad
Limpiar el basculante, las llantas y las zonas más difíciles con la brocha y el líquido quitagrasas. Debemos utilizar este líquido intentando tocar en la menor medida posible otras partes de la moto que no aguantarían. Aunque con el limpiamotor no debería pasar nada, mejor curarnos en salud.
Aun así hay quien opina que el quitagrasas, o KH7, quita el brillo de las llantas especialmente. Si eres de esta opinión no te quedará otra opción que agua, jabón y frotar y frotar.
Aprovecha el momento y limpia la cadena con petróleo o keroseno. Lo podrás encontrar en la gasolinera, y si no lo encuentras el gasoil también puede servir. Con el pincel dale a la cadena hasta haberle quitado la suciedad
4. Dar un trago a la botella de agua
Mientras esperamos a que el líquido haga efecto y se reblandezca la suciedad acumulada debemos hidratarnos para no fallecer en el intento: todavía queda lo más duro.
5. ¡Agua va!
Después de tomarnos ese pequeño respiro empezamos de verdad. Cogemos agua, si tenemos una manguera mucho mejor, y empapamos toda la moto para enjuagarla. Pero sin pasarse, recordad que estamos ante un animal de secano y puede que si la sumergimos en una piscina no sea la mejor idea.
Con un poco de agua o un par de manguerazos bastará. De este modo quitaremos el líquido quitagrasas y además haremos desaparecer la capa de polvo que pudiese tener.
6. Esponja en mano
Una vez pasada la manguera por toda la moto toca enjabonar. Cogemos el lavavajillas neutro y lo echamos al cubo que previamente deberá tener agua templada o caliente.
Este es uno de los momentos más divertidos, cuando puedes empapar a tu gusto la moto. Y si es verano también puedes aprovechar si no te has duchado ese día y disfrutar del cítrico olor del lavavajillas.
Recuerda pasar bien las esponja por todas las partes de la moto. Algo más de trabajo te costará limpiar el faro y la cúpula porque los mosquitos y distintos bichos sienten especial atracción a la mirada de tu moto. No se pueden resistir a ella.
7. Quitando capas
Aquí es cuando verdaderamente empezamos a descubrir que hacía mucho que no lavábamos la moto. Y tú que creías que tu moto tenía un acabado mate.
Según vayamos enjabonando y quitando la suciedad acumulada, si vemos que tardamos demasiado en abarcar toda la moto, deberemos ir enjuagando a la vez para que el jabón no se seque. Así hasta haber enjuagado y aclarado la moto por completo. Si dejamos la moto con algo de jabón es muy probable que se queden manchas.
Hay que tratar la cúpula con especial suavidad porque se ralla. Es como si limpiases la pantalla de tu casco. Lo más seguro es que tengamos que rellenar nuestro cubo más de una vez ya que cuando llevamos un rato limpiando y aclarando, el agua toma unos tintes algo oscuros.
8. El secado
Cuando ya hemos terminado esta tarea, viene uno de los pasos más importantes, si no el que más: hay que secar la moto para evitar que el jabón se quede seco por zonas y deje el cerco con suciedad.
Deberemos quitar el exceso de agua con la bayeta, cuando esté casi seco pasar la gamuza humedecida. Si lo que quieres es que quede más brillante que los azulejos del anuncio de Don Algodón, coge un rollo de papel de cocina y acaba de secar con él.
9. “Dal cela, pulil cela”
Si queremos conseguir un acabado de película podemos utilizar distintos productos abrillantadores como el polish. Más aún si estamos hablando de una Custom con sus numerosos cromados. Toca ponerse en el papel de Karate Kid y empezar a practicar Karate.
10. Como la seda
Una vez limpia, seca y pulida hay que mandar al garete parte de nuestro esfuerzo: tenemos que engrasar la cadena y aquellos elementos que sea necesario que estén engrasados como cables y manetas. Así que volveremos a ensuciar la llanta posterior, basculante, y lo que esté alrededor, incluido uno mismo. Para ensuciar lo menos posible, es buena idea interponer entre la llanta y al cadena papel de periódico, propaganda… para que reciba él y no nuestra recién limpiada moto las inevitables salpicaduras del spray.
Eso sí, si tienes cardan, mejor que la grasa la guardes para hacerte unas hamburguesas a la parrilla cuando acabes de lavar la moto.
¡Buen trabajo!
Para acabar deberíamos mirar la presión de los neumáticos y los niveles y darnos una vuelta con la moto para que la cadena se engrase. Ahora hazle una foto para recordar dentro de unos meses lo reluciente que estaba.