Nos encantan los desafíos en los que motos y pilotos se enfrentan a cualquier otro vehículo y también los que se enfrentan entre ellas. En esta ocasión el duelo es entre máquinas muy diferentes. Por un lado tenemos a la Sherco 300SE Factory, una purasangre de enduro de dos tiempos y por otro tenemos al Toyota Hilux Rally Car y su imponente V6.
El reto al que se enfrentan estos dos titanes de la mecánica es una carrera de subida en el espectacular Sani Pass, un paso de montaña que está situado en Sudáfrica y que también es conocido por albergar al bar que está situado a mayor altitud en todo África.
Presentadas máquinas y escenario, llega el momento de conocer los encargados de pilotar tanto la Sherco 300SE Factory como el Toyota Hilux Rally Car. Encima de la moto encontramos al piloto de enduro extremo y sudafricano Wade Young, una de las leyendas de esta disciplina a pesar de tener solamente 27 años. A los mandos del Toyota todo un veterano de los raids de coches y vencedor del Dakar 2009, el también sudafricano Giniel de Villiers.
La Sherco 300SE Factory está en desventaja, ¿o no?
Después de las presentaciones ya solamente queda empezar a dar gas y ver qué binomio es más rápido a la hora de llegar a la cima. El primero en enfrentarse al Sani Pass es Young con su espectacular mecánica de dos tiempos. Rápido se puede apreciar en el vídeo que la velocidad es elevada y para complicar las cosas el camino está lleno de piedras.
En varios planos podemos observar la destreza del piloto sudafricano que se enfrenta con soltura tanto a los tramos más rápidos como a las horquillas. Y todo esto mientras la Sherco 300 se retuerce como si quisiera librarse de Wade en todo momento. Al final culmina la subida con un tiempo de cuatro minutos y cuatro segundos.
Esa referencia, que sorprende al propio De Villiers, es la que debe superar con el coche. Así que con ella en mente arranca su lucha contra el crono. El pedregoso camino es muy exigente también para el Toyota, pero la solvencia con la que gestionan las suspensiones las piedras, y la tracción extra parecen ayudar bastante a un Giniel que parece no dejarse nada.
Al final, el Toyota Hilux Rally Car con De Villiers a los mandos es capaz de cruzar la meta en un tiempo tres minutos cuarenta y cinco segundos, es decir, 19 segundos más rápido. Con la victoria llega el momento de la celebración en el bar, aunque es un poco peculiar porque es el perdedor quien brinda… Con un RedBull que bebe directo de la bota del rival.
Sin duda la derrota más amarga de Young hasta la fecha.