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MotoGP Silverstone 2017: las claves del GP

Fotos: MotoGP
El día antes del GP de Gran Bretaña uno podía esperar hablar, como “claves” de la carrera, del tiempo o los baches del asfalto de Silverstone. Pero no fue así. MotoGP quedó marcada por la avería de Marc Márquez, Moto2 por la caída de su hermano Álex y Moto3 por un final súbito y sin infarto.

Las carreras en el histórico circuito de Silverstone siempre tienen “algo”. De entrada, el GP del Reino Unido se sigue celebrando allí de rebote, tras el fiasco del proyecto del circuito de Gales, y a falta de la remodelación de Donington Park. Luego está la climatología: es raro que en un fin de semana sólo cayera un chaparrón un día, y las carreras contemplaran un estupendo cielo azul. Raro, pero así fue. Hablando del tiempo, otro factor de este GP fue el cambio horario, pues entre la diferencia horaria y la carrera de F1 se cambio ¡dos horas y media! Absurdo. Y por último está el asfalto: esa zona del país concentra precisamente equipos de F1 (y otros campeonatos) y Silverstone ve desarrollar muchas sesiones de entrenamientos y pruebas. Los actuales F1, con más carga aerodinámica y ruedas más anchas, “arrugan” más si cabe el asfalto en las frenadas. Bastaba ver las imágenes a cámara lenta en las frenadas para apreciar que las quejas de los pilotos sobre este asunto, que viene de otros años, no eran caprichosas.

El Mundial llegaba a esta carrera con mucha expectación. Tras lo ocurrido en los últimos Grandes Premios, MotoGP empezaba a parecer cosa de dos: Márquez y Dovizioso, o mejor dicho Honda y Ducati. Yamaha, que empezó el año dominando, parecía perder fuelle. Pero los últimos entrenamientos privados les han sentado mejor, a ellos y a Honda que también parecía estar un paso por detrás de Ducati. Además este circuito les era favorable (más que Austria desde luego) y los dos pilotos tenían motivación extra: para Rossi era su GP número 300 en la categoría máxima, y Viñales ganó aquí el año pasado con la Suzuki dejando a todos boquiabiertos. ¿Veríamos un GP más igualado?

Rossi lideró parte de la carrera

A la vista de la parrilla no estaba claro: Márquez volvía a conseguir una pole “estratosférica”, aunque Rossi no quedó nada lejos suyo, ni Crutchlow tampoco, corriendo en casa. Cuando se apagó el semáforo, la motivación de Valentino quedó clara y ahí estuvo liderando la carrera hasta tres vueltas del final, rodando al límite para mantenerse lejos de sus perseguidores. Lo consiguió pero sólo a medias: nunca mucho más de un segundo siempre le dejó a la vista, al alcance, del grupo que le perseguía. Un grupo con Viñales, Dovizioso, Márquez y Crutchlow que, en realidad, rodaban todos un punto conservadores para no quedarse sin neumáticos al final. De ellos, Márquez y Dovizioso parecían los más capaces de acabar ganando.

Y cuando se acercaba ese final y empezaba el “juego” serio, ocurrió lo inesperado. Llegando al final de la recta rápida, gas a fondo a tope de vueltas y a más de 300 km/h… ¡humo!. La Honda del Campeón rompía su motor, añadiendo así más humillación a la de verse incapaz de seguir el rebufo de la Ducati. Márquez mantuvo bien la calma, se apartó, intentó volver a arrancar el motor, pero le quedó claro (y a todos viéndolo a distancia) que su Honda había rendido el alma. No recuerdo la última vez que una Honda oficial ha sufrido una rotura en carrera, y tengo buena memoria… De hecho una rotura en MotoGP es algo bastante raro, por suerte. Pero a Marc, esta vez, le falló esa suerte.

Pasada la sorpresa por el “Márquez Out” que marcaban todas las pizarras, Dovizioso prosiguió su cacería del aún escapado Rossi. Viñales, obligado hasta ese momento a intentar ahorrar neumático (eligió uno blando trasero, los demás llevaban duro), se puso a sacar partido de su apuesta. Ambos conseguirían superar a Valentino (y a Crutchlow le faltó poco). El italiano volvió así a subirse a lo más alto, esta vez con más claridad y tras una carrera en cierto modo similar a la que ganó en Barcelona, tranquila, aunque en las últimas curvas Viñales se le acercó y le hizo sudar un poco. La clave, aquí, fue la avería de Márquez, porque de otro modo esa última vuelta hubiera sido muy diferente, seguro.

Con Márquez a cero y Dovizioso, Viñales y Rossi en el podio, el Mundial se vuelve a “apretar”: 26 puntos entre los cuatro, con el de Ducati otra vez líder. Y Pedrosa a 35, tampoco son tantos. Próximo capítulo en Misano, donde siempre hay sorpresas (Pedrosa ganó allí en 2016) y donde (por eso) han entrenado en privado los tres equipos oficiales recientemente.

Moto2: el valor del piloto

Márquez se fue al suelo cuando lideraba en Moto2

No nos cansaremos de repetir lo importante que es el piloto en cualquier carrera de motos. El piloto es su técnica, su capacidad de concentración, su forma física, su genio, pero también su motivación, sus ganas. Viene a cuento todo esto porque, después de firmar su contrato con Honda para correr en MotoGP en 2018, Takaaki Nakagami tenía esa motivación extra que, quizás, le faltó en carreras anteriores.

Además de este factor, el GP de Gran Bretaña de Moto2 se vio marcado por la caída de Álex Márquez. Tras una buena salida, liderar la carrera y alternarse con su compañero Morbidelli al frente, el pequeño de los Márquez parecía tenerlo claro para escapar delante y buscar una nueva victoria. Por desgracia sus ganas fueron más allá del agarre de sus neumáticos y le llevaron al suelo. Las pocas pero todavía existentes posibilidades de disputar este Mundial se esfumaban de esta forma, y será cosa de Morbidelli o Luthi salvo sorpresa mayúscula.

Pero las cosas no iban a quedarse tranquilas para Morbidelli, líder tras ver caerse a su compañero justo delante. El del Marc VDS fue perdiendo ritmo a medida que sus neumáticos pasaban factura de su remontada anterior, y fue superado por dos “resucitados”. Primero Nakagami, a quien ha sentado obviamente muy bien la confirmación de su fichaje y paso a MotoGP. Y después Pasini, muy en forma en las últimas carreras y más en estas últimas vueltas (poco le faltó para atrapar al líder).

Moto3: otra sorpresa inesperada

Canet se llevó la victoria en Moto3

Qué carrera estaba ofreciendo los pilotos de Moto3… emocionante, disputada, igualada, tremenda. Las rápidas eses del circuito británico y sus rectas impedían, de forma parecida a como ocurre en Mugello, ninguna escapada. Además teníamos a varios de nuestros pilotos en la parte de delante del grupo de cabeza, un grupo… ¡infinito! Hasta 23 pilotos rodaron pegados al que en ese momento fuera líder.

Entre ellos hay que destacar el valor de Guevara y Rodrigo, últimamente abonados a las plazas delanteras. Son las únicas KTM en un mar de Honda, y tiene mérito, además son unos animadores estupendos con sus maniobras. Mir, el líder y “señor” de este Mundial, estuvo siempre entre los tres o cuatro primeros hasta cometer un par de errores y quedarse un poco más atrás, pero estaba remontando para preparar las últimas vueltas. Para remontada, de todas formas, la de Canet, que salía a mitad del pelotón y llegó delante.

Y, precisamente cuando Canet estaba rodando delante en ese “turno” de constantes cambios, nos quedamos sin el final previsto: una caída de Guevara y Bendsneyder había dejado al español en una posición delicada cercana al trazado. Con buen criterio y a la vista que no podían moverle, salió la bandera roja para sorpresa general. Y así es como nos quedamos sin final de infarto, pero Canet se anotó una nueva victoria y le acompañó su compañero Bastianini en el podio. Mención especial para Jorge Martín, visiblemente cojo por su lesión pero como siempre rápido y batallador, que ocupó el tercer peldaño de ese podio. A Mir le sonrió la suerte del campeón, porque aunque podía haber acabado mejor, ser quinto con Fenati séptimo amplía más su ventaja en la provisional.

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