La ciudad de Töging am Inn (Bavaria), al sur de Alemania, cuenta con un reducido grupo de 8 fanáticos de la competición (Kramer Motorcycles) que, desde hace tres años, hacen realidad el sueño de competir para muchos clientes… desde una perspectiva monocilíndrica. Markus Krämer lidera el proyecto y ya han vendido varias HKR en EE.UU, donde han demostrado su competitividad.
La KTM Kramer HKR Evo2 emplea como base de trabajo una KTM 690 DUKE convenientemente modificada: motor de 4 válvulas y 75 CV, suspensión WP de RC8, amortiguador de dirección, pinzas delanteras Brembo M50, cambio semiautomático Translogic, escape Akrapovic tipo Moto3, carrocería a medida, llantas de aluminio aligeradas y depósito de gasolina transparente (12 l.) que hace las veces de subchasis y asiento. El chasis tubular de acero es de nueva factura, al igual que el basculante. El peso declarado es de sólo 125 kg a falta de gasolina con un reparto del 54.4% en el tren delantero y un 45.6% para el trasero.
La moto cuesta alrededor de 25.000 euros según el material de la carrocería (plástico o carbono) o las llantas elegidas (fundidas o forjadas).
Esta propuesta de los alemanes es muy interesante pero cabe recordar que desde hace 8 años la empresa española de ingeniería BeOn Automotive, con sedes en Valencia y Barcelona, ofrece varios productos específicos muy elaborados para las categorías “pequeñas” de la velocidad (Moto3, Pre3, 85GP, Moto4, 450GP o Tribute), todas ellas impulsadas por mecánicas de motocross.