Uno de los fallos más comunes a la hora de conducir una moto es llevar los pies apoyados de puntillas en las estriberas. En el ABC de las técnicas de conducción de motocicletas, esto no lo debemos hacer nunca (o casi nunca). Y es que a la hora de conducir una motocicleta, los pies deben ir firmemente apoyados (normalmente encajados en el tacón de la bota), con lo que podremos mantener el equilibrio correctamente y llevar la moto por donde queremos.
Sin embargo lo normal es ver a la gente por la carretera con ambos pies de puntillos. Además de un peor equilibrio, las piernas van más flexionadas y nos acabaremos cansando antes.
¿Cómo llevan los pies los pilotos?
A la hora de pilotar, los profesionales utilizan la misma técnica que nosotros debemos usar en carretera. No hay magia. Los pies deben ir encajados en el tacón de la bota. Cuando llegamos a una curva, retrasamos el pie del interior hasta colocarlo de puntera (evitando que al inclinar nos roce en el suelo), mientras el otro permanece firmemente apoyado.
Al no estar también de puntillas el pie del exterior, este permite cierta rotación (la puntera se abre hacia afuera), con lo que podemos descolgarnos de una forma más cómoda. Si lo tenemos de puntera, el talón tropieza contra el protector de la estribera y nos impide mover el cuerpo de manera natural.
En el anterior vídeo podemos ver como Danilo Petrucci mueve el pie dependiendo de si en la curva le queda en el exterior o en el interior. Solamente en el caso de una chicane con dos curvas muy seguidas, los pies permanecen de puntillas para ganar tiempo en el cambio de dirección.
