Se trata de la versión más aventurera de BMW. La BMW R 1250 GS Adventure está pensada para aquellos a los que se les queda pequeño el mundo. Fue lanzada un año después que la 1250 GS normal, usando el mismo motor de distribución variable que en resto de la gama R.
La última versión databa de 2017, aunque esa generación había arrancado ya en 2014 (por aquel entonces hicimos la prueba de la R 1200 GS Adventure 2014). Pero el apellido Adventure ha ido de la mano de la GS ya desde el 2000, año en el que fue dada a conocer la primera versión con una premisa muy clara: uso mixto más amplio con mayor capacidad de uso rutero y off-road.
Tecnología y equipamiento de la BMW R 1250 GS Adventure
Como cabría esperar, hereda todas las novedades de la GS estándar. Desde el motor boxer con distribución variable “Shift Cam” subido a 1.254 cc y que entrega 136 CV a 7.750 rpm y 143 Nm a 6.250 rpm, pasando por el doble modo de conducción, control de tracción, instrumentación TFT, ABS desconectable o control de arranque en pendiente.
Las diferencias las encontramos en sus llantas de radios que permiten montar neumáticos sin cámara, un depósito de gasolina de 30 litros (20 en la normal), suspensiones con 20 mm extras de recorrido o defensas laterales. El peso sube hasta los 268 kg (19 kg más).
Como suele ser habitual en BMW, hay espacio para decenas de extras o packs electrónicos que llevan la GS Adventure a otro nivel: más modos de conducción, control de tracción y ABS pro, control de freno dinámico, suspensión electrónica, etc.
Rivales de la BMW R 1250 GS Adventure
Tres son los rivales directos de la BMW R 1250 GS Adventure. Por un lado la recientemente renovada Honda CRF 1000L Africa Twin Adventure Sports 2020, menos enfocada al offroad pero igual de capaz en largas distancias; la KTM 1290 Super Adventure R con su poderoso bicilíndrico y, por último, la Triumph Tiger 1200, un modelo con algún que otro año pero que será renovado para el año que viene y, así, seguir manteniendo el tirón maxitrail.