Prueba Peugeot PM-01: Introducción, posicionamiento y rivales
Peugeot cumple 125 años en 2023 y lo celebra con el lanzamiento de 5 modelos, entre los que está la Peugeot PM-01, una 125 cc naked de corte ciudadano que para finales de año recibirá una motorización de 300 cc.
La Peugeot PM-01 supone el regreso de Peugeot a las motocicletas de marchas y la marca francesa ha puesto todo su esfuerzo en sacar un producto novedoso. Siendo una motocicleta de acceso, pelea en un segmento un tanto indeterminado (por amplio), por lo que ha buscado su personalidad propia.
Podemos considerar motos naked de acceso modelos tan dispares en sus cifras como la Honda CB125R (15 CV, 4.925 €), la Yamaha MT-125 (15 CV, 5.499 €), Kawasaki Z125 (15 CV, 4.999 €), Suzuki GSX-S125 (15 CV, 4.115 €, en promoción), Aprilia Tuono 125 (15 CV, 5.099 €) y la KTM 125 Duke (15 CV, 5.349 €), Zontes Z2 125 (14,5 CV, 3.287 €), Keeway RKF 125 ABS (13 CV, 3.190 €) o incluso la recién presentada y muy notable Voge 125R (15 CV, 2.887 €).
La PM-01, con 14 CV, no ha definido todavía su precio, pero Peugeot nos ha adelantado que estará en la horquilla de 3.500-4.000 €. Según la marca del león, está concebida con personalidad propia y trata de captar adeptos entre los jóvenes entre 16 y 30 años por medio de la seducción de su diseño, las características de sus componentes y las sensaciones que transmite. Por eso ha primado la facilidad de conducción, pues el público más joven sabe que quiere una moto, quizás no cuál, pero sí tiene claro que quiere pocas barreras de entrada.
Así, a los diseñadores de la PM-01 se les pidió un producto moderno, provocativo y fresco. Los tres conceptos pueden resultar un tanto subjetivos, pero desde mi punto de vista han cumplido con los tres aspectos: el diseño del PM-01 no deja indiferente. Entre los compañeros de la prensa, hubo reacciones encontradas a primera vista pero, tras un par de días viéndola, casi todos coincidimos en que al final, en vivo entra por el ojo.
De hecho, es su ojo (el faro) el que capta la atención del observador desde el principio. Una vez la ves en marcha, te das cuenta de que las tres luces DRL del grupo óptico son las garras del león, también presentes en el faro trasero. De pronto te das cuenta de que, aún siendo una moto tan distinta a otras, si le quitaran los logos y los adhesivos, la identificarías como una Peugeot. Cosas del subconsciente, pero si un diseño es bueno, no hace falta ser diseñador para entender su lenguaje.
Prueba Peugeot PM-01: Características técnicas y equipamiento
Peugeot ha recurrido a QJ Motors para motorizar su PM-01, pero ha cambiado la culata y la caja de cambios para adecuarlo a sus requerimientos. El motor entrega 14 CV a 9.500 rpm y 11 Nm de par a 7.500 rpm, lo que da una idea de lo puntilloso que es el motor.
La caja de cambios de 6 velocidades no puede ser más suave y agradable, es realmente una gozada. El chasis es un multitubular en acero del que pende el motor. Lo realmente notable viene en horquilla, frenos y suspensiones; comparte componentes con su hermana mayor de 300 cc (paciencia, finales de año).
La horquilla invertida tiene 41 mm de diámetro y 125 mm de recorrido, mientras que el monoamortiguador disfruta de 166 mm de recorrido y regulación en precarga. Los frenos constan de un disco anterior lobulado de 280 mm mordido por pinzas de ¡4 pistones!. Detrás monta un disco de 240 mm mordido por pinza simple. Las llantas son de 12 radios en medidas 110/70-17 y 150/60-17.
La distancia entre ejes se reduce a 1.370 mm, mientras que el peso en orden de marcha es de 152 kilos, muy pocos si tenemos en cuenta que el depósito cubica 12,5 litros. El consumo declarado es de 2,4 l/100, realmente ridículo, que proyecta una autonomía teórica cercana a 400 kilómetros. El asiento está a 810 mm de altura, que se compensa con la ligereza de la moto.
El equipamiento es notable. Electrónica poca, porque es una 125, pero tiene ABS e iluminación full LED. El panel de instrumentos se apoya en una pantalla TFT en el que, además de la velocidad, hay un tacómetro muy peculiar (que comentaremos en “cómo va”), reloj nivel gasolina, indicador de marcha engranada (un poco pequeño) y nivel de combustible.
Debajo de la pantalla se sitúan los chivatos luminosos habituales. Dispone de toma USB y conectividad con smartphones. En la piña izquierda hay dos botones para manejarse por los menús. Sencillo y correcto. La maneta de freno es regulable, la de embrague, no.
Prueba Peugeot PM-01: Cómo va
La ergonomía de la Peugeot PM-01 está muy bien resuelta, pues la posición a los mandos se percibe de lo más natural y no cansa con el paso de los kilómetros. La altura del asiento puede parecer bastante (810 mm), pero la moto es tan estrecha y ligera que no plantea ningún problema para moverla en parado, subido a ella o no.
Al arrancar se percibe la suavidad del conjunto embrague-caja de cambios. En Peugeot han querido ser puntillosos al respecto para ofrecer una facilidad y agrado de uso máximas. Por eso choca un poco con el carácter del motor, que precisa circular por encima de 7.000 rpm para obtener rendimiento.
Tan es así que el tacómetro, que es una línea en la pantalla TFT que va creciendo por segmentos, se ensancha a partir de 7.000 rpm hasta el corte, para que lo puedas ver bien. En ese sentido, es muy buena como moto escuela, porque obliga a usar el cambio con asiduidad y poder llevar la moto en la horquilla que hay entre 7.000 y 10.000 rpm. Sí, aprenderemos a cambiar en el momento adecuado; puedo entender que por eso buscaban un cambio suave, pero choca con la filosofía de no buscar barreras de entrada para el público joven.
Una vez asumido el carácter del motor y llevado “por la zona buena”, circular con la PM-01 es de lo más divertido. En la toma de contacto que supuso la ruta por los alrededores de Mijas pudimos constatar el buen hacer del tren delantero de la PM-01, y eso que el asfalto no estaba en las mejores condiciones.
La moto permite mucha velocidad de paso por curva y es muy fácil el ingreso en la misma. Los cambios de dirección se hacen con sólo pensarlos y las suspensiones, aunque sin regulación en la horquilla, disfrutan de un tarado muy adecuado para la jungla urbana.
No pudimos estirar las piernas y ver hasta dónde llega la velocidad máxima (y de crucero) para la benjamina del catálogo Peugeot. Lo dejaremos para una prueba a fondo o comparativa. Sí nos quedamos con muchas ganas de probar la versión de 300 cc que estará lista para finales de año.