Prueba Aprilia RS 457: Introducción, posicionamiento y rivales de la Aprilia RS 457
Aprilia siempre ha cuidado su gama de motos deportivas, desde la RS 125 hasta la formidable RSV4. En 2023 se redujo la distancia entre ambos modelos, con la presentación de la Aprilia RS 660, que ha resultado ser una superventas en toda Europa entre las deportivas y que, aunque puede limitarse para el A2, no fue concebida para ello. No puede decirse lo mismo de nuestra protagonista de hoy.
La Aprilia RS 457 (47,5 CV, 7.199 €), concebida exclusivamente como un modelo para el A2, pero que puede disfrutarse infinitamente con el carnet A, tal es su factor de diversión, resultado de su relación peso/potencia y su equipamiento.
Sus rivales no son mancas y la pelea será dura: Honda CBR500R (46 CV, 7.475 €), Yamaha R3 (42 CV, 6.799 €), Kawasaki Ninja 500 (45 CV. 6.775 €), KTM RC390 (44 CV, 6.999 €) -esta monocilíndrica- o la CF Moto 450 SR (46 CV, 6.890 €) son los contendientes en el segmento de las deportivas destinadas al A2.
Las generaciones actuales no son conscientes de lo afortunados que son al disponer de una oferta tan amplia para el A2 en general y las deportivas en particular. Y para particular, la semana que he pasado a bordo de la Aprilia RS 457. Creo que he rejuvenecido…
Prueba Aprilia RS 457: Características técnicas y equipamiento de la Aprilia RS 457
El diseño general de la Aprilia RS 457 es prácticamente idéntico al de la Aprilia RS 660, pero a escala. La moto se percibe pequeña y ligera, porque lo es: pesa 159 kg en seco, que son 174 kg en orden de marcha, una cifra realmente notable.
¿Cómo se consigue eso? Al igual que la Aprilia RS 660, cuenta con chasis de aluminio y el motor hace de parte autoportante. El basculante -esta vez en chapa de acero- en forma de banana (como se decía en los 90) es espectacular.
El motor sigue la misma estructura que su hermana mayor. Se trata de un bicilíndrico paralelo DOHC con 8 válvulas, refrigerado por agua y con el calado del cigüeñal a 270º para reproducir el pulso (y el sonido) de un motor en V. Entrega una potencia de 48 CV a 9.500 rpm y un par máximo de 44 Nm a 6.700 rpm.
Lo mejor de todo es que entrega el 80% del par desde 3.000 rpm. Esto quiere decir que la curva de par es plana y que el empuje es lineal a lo largo del cuentavueltas. Como veremos más adelante, esto facilita mucho la conducción. El cambio es rápido y efectivo, pudiendo añadir como opción un quickshifter, muy recomendable.
La parte ciclo está bien dimensionada. El tren delantero disfruta de una horquilla invertida con barras de 41 mm de diámetro y 120 mm de recorrido. Tiene ajuste en precarga. También presenta un amortiguador de dirección. El freno delantero es un disco de 320 mm de diámetro, mordido por pinzas Bybre (acrónimo de by Brembo) de 4 pistones.
En el tren trasero, el monoamortiguador trasero, directamente anclado al basculante, tiene 130 mm de recorrido y también ajuste en precarga. El freno trasero es de 220 mm y pinza de un pistón. Los frenos están asistidos por ABS, siendo desconectable en el freno trasero, pero como veremos en “cómo va la Aprilia RS 457”, no tiene mucho sentido. Las dimensiones de las ruedas son 110/70-17″ en la rueda delantera y 150/60-17″ en la trasera.
La electrónica también está presente por medio del acelerador electrónico y los tres modos de motor disponibles (Sport, Eco y Rain), en los que se puede modificar la intervención del control de tracción, ajustable en 3 niveles o directamente desconectarlo.
Todas estas operaciones son muy fáciles de realizar y ver por medio de las piñas y la pantalla TFT, en la que se puede ver toda la información que puedas desear, incluyendo cronómetro, luz de sobre régimen y temperatura del refrigerante en 4 pantallas consecutivas.
Eso sí, en la pantalla principal, en la que se ve velocidad, rpm y marcha engranada, no es posible ver la información de odómetro y trips. No es grave, pues es muy fácil acceder a esa información con sólo pulsar un botón en la piña; aunque no sea una moto destinada a grandes distancias, no deja de ser llamativo.
Las manetas de freno y embrague son regulables. Los semimanillares se sitúan por encima de la tija en busca de un buen compromiso entre confort y efectividad, mientras que la pequeña cúpula que cubre la instrumentación es más estética que eficaz. La iluminación es full LED e incluye iluminación diurna DRL.
Prueba Aprilia RS 457: Cómo va la Aprilia RS 457
La postura de conducción de la Aprilia Rs 457 no es tan extrema como su aspecto puede dar a entender. Es una moto deportiva, en efecto, pero a Aprilia no se le escapa que es una moto para jóvenes y que, seguramente, sea el único vehículo al que tenga acceso. Por eso es importante un compromiso en la economía.
Los semimanillares están por encima de la tija y aunque se apoya inequívocamente el peso en el tren delantero, no es un potro de tortura. A ello contribuyen también las estriberas, no muy elevadas y que hacen esta moto apta para una amplia variedad de tallas. El asiento está a 800 mm del suelo, que junto a la estrechez del conjunto y el poco peso, facilita las maniobras en parado.
Si has probado una RS 660, nada más poner en marcha la RS 457, la identificas como hermana. El sonido no es particularmente elevado, pero sí sugerente y se siente deportivo al primer golpe de gas.
Una vez en marcha, sorprende la capacidad de empuje a bajas vueltas, incluso habiendo leído la ficha técnica. Esperaba un motor más puntiagudo y he encontrado un motor lleno en toda la gama de rpm, sobre todo en medios. También tiene estirada, incluido sobre régimen, acompañado de un sonido excitante.
Es muy fácil circular entre tráfico rodado, no es necesario hacer patinar el embrague para que la moto te saque de cualquier circunstancia. También es justo decir que no es una moto exclusiva para ciudad, acabarán resintiéndose las muñecas, pero no rehuye los escenarios para los que no ha sido diseñada.
Lo divertido llega cuando nos acercamos a uno de sus entornos naturales, las curvas. El otro sería el circuito, pero eso da para otra prueba, porque sus habilidades dan para mucho. Volviendo a la carretera, la facilidad para ingresar en curva es extraordinaria. Todo en ella ayuda, pero el primer factor es la información que aporta el tren delantero, que junto a la ligereza y el empuje del motor, aúnan un combo perfecto para alegrarte el día.
Es una moto que se siente cómoda en toda circunstancia, tanto a ritmo de paseo como apretando para sentir el apoyo de la rueda delantera. También me sorprendió el comportamiento del tren trasero, que esperaba más seco al estar el amortiguador anclado al basculante sin bieletas, pero es capaz de mantener la trayectoria en curvas rápidas con asfalto rizado.
Todas las motos muestran su mejor cara con buen asfalto, la Aprilia RS 457 también, pero su ligereza permite un paso por curva endiablado aunque el firme no sea el mejor. Es de aquellas motos con las que piensas “podría haber pasado más rápido”. El freno delantero es fantástico en apuradas, por potencia, tacto y progresividad, pero no puedo decir lo mismo del freno trasero. Me inclino a pensar que era un problema de la unidad probada (tenía pocos kilómetros), porque era prácticamente inexistente.
Suelo utilizar mucho el freno trasero, tanto para acompañar al delantero en las frenadas como para frenar a mitad de curva (cuando voy un poco pasado) sin que se levante la moto. En la Aprilia RS 457 no pude notar sus efectos, de modo que es irrelevante poder desconectar el ABS, porque es imposible bloquearlo. Es posible ir más allá, a través del recién presentado Kit de competición Aprilia RS 457 Trophy que convierte a la RS 457 en una máquina de carreras.
Las prestaciones de la Aprilia RS 457 están por encima de lo que esperaba para una moto A2, hasta el punto de que llega un momento en el que te abstraes y ni recuerdas que es una moto limitada, sino una moto divertida, muy divertida.
Se puede exprimir el motor hasta el corte, más allá de las 10.000 rpm, pero para sacar lo mejor de su motor no es necesario llegar a esos extremos. En según qué curvas, es capaz de abordarlas en dos marchas diferentes, lo que da una idea de la elasticidad del motor.
Hay muchos factores que determinan qué es una buena motocicleta, pero no conozco ninguna buena moto que no sea divertida. ¿Te he dicho que la Aprilia RS 457 lo es?
