Todos los años, antes de que arranque la temporada «buena» de motocross, Yamaha organiza su ya conocido MX ProTour. En realidad se trata de un evento itinerante que recorre todo Europa desde marzo y que baja el telón en España con los modelos de la próxima temporada. Aunque aquí no paramos de practicar motocross por mucho que estemos a 40ºC y más ahora que muchos circuitos ofrecen riego y arado durante todo el año, la verdad es que el mejor momento llega en el otoño.
Así pues acudimos al llamamiento de Yamaha, que este año había preparado el evento en el Roccos Ranch, situado al lado del Circuit de Barcelona-Catalunya. Un recinto diseñado para disfrutar del off road con un circuito de motocross espectacular, una crono con un solo salto y la pista de dirt track.
Sobre el papel estaba la propuesta de probar todas las motos de cross, desde la YZ125 de dos tiempos hasta la YZ450F GYTR pasando por las YZ250F y 450F, la GYTR de 250 y, también, la incombustible YZ250 de dos tiempos. En resumen, un día para disfrutar como nunca y conocer de primera mano las prestaciones de todas las motos de la firma de los tres diapasones.
Por desgracia la suerte no estuvo de nuestro lado y el miércoles antes del evento una tromba de agua con cerca que superó los 100 litros por metro cuadrado, que causaron estragos en la zona, y que dejaron anegado el circuito principal del Roccos. Hay que decir que nada más llegar a la pista nos dimos cuenta que la situación no era ni mucho menos la idónea. Con todo y con eso nos metimos de lleno en el barro y las sensaciones quedaron confirmadas de inmediato, en aquella situación poco se podía hacer más que sobrevivir y pasarlo mal, especialmente si no estás acostumbrado al barro en esas cantidades.
Así que después de parar todos los presentes y buscar una solución por parte de Yamaha y del Roccos Ranch se decidió pasar al circuito de la crono. La ventaja es que la pista estaba en muchísimas mejores condiciones y se podía aprovechar entera. La desventaja es que solamente tenía un salto y también tenía zonas con barro. Aun así era la única manera de «salvar» el evento y la situación pasaba de intentar sobrevivir en el barro a poder disfrutar. El horario se modificó, pero aun así teníamos la oportunidad de probar todas las motos al menos una tanda y la Yamaha YZ450F, la gran novedad de este año en dos ocasiones.
He de reconocer que este Pro Tour supuso la oportunidad de volver a subirme a una 125 de 2 tiempos. Desde los tiempos en los que empecé a correr no había vuelto a subirme a una 2T de 125 y tenía muchas ganas. Tal como recordaba la sensación de agilidad de una 125 es su gran punto a favor, una moto que entra por donde quieras, que puedes meter en las roderas sin mayor dificultad y que es menos pesada. Pero claro, después de tantos años de cuatro tiempos eso de jugar con el embrague y llevar la moto arriba todo el rato para que no deje de correr resultó un desafío que hizo que acabara en el barro en la primera vuelta. La lección era clara, gas y altos de vueltas, en plan chicharra.
Por seguir con los dos tiempos, también me pude quitar la espinita de probar la YZ250. Sí he podido probar otras 250 de 2T pero la Yamaha me faltaba y he de decir que me pareció muy similar a la 250 en lo que a ligereza se refiere pero ojo cuando «se cabrea», una auténtica bestia con la que te puedes divertir pero que te va a pedir un nivel de pilotaje y de concentración muy serio.
Del 250 2T pasamos al 250 4T, el de las Yamaha YZ250F y 250F GYTR. Dos motos que son iguales en principio pero diferentes en realidad. La YZ250F es una moto que va fina, funciona bien en todos los términos que la situación nos dejó probar y que como todas las cuarto de litro de cuatro tiempos nos pide alegría y funcionar en altas revoluciones, donde tiene un comportamiento efectivo. La versión GYTR ya es otra cosa y está pensado directamente para competir, es ni más ni menos que una moto carreras cliente pensadas para que la bajes de la furgoneta o el remolque y te pongas a competir con ella. Es más exigente que la YZ250F y requiere una conducción más cercana a las dos tiempos que hablábamos antes para poder sacarle todo el potencial ya que es al límite cuando se notan las diferencias. Si buscamos solamente disfrutar, la versión estándar será más fácil de pilotar a nivel aficionado.
El plato fuerte del Yamaha MX Pro Tour, además del servicio espectacular que te ofrecen cada vez que parabas en la carpa cuando limpiaban las zonas más embarradas, engrasaban, te preguntaban para colocar las manetas y manillar a tu gusto… haciéndote sentir casi un piloto oficial, llegó a la hora de probar las YZ450F. La moto de MXGP de la marca de los tres diapasones se ha renovado este año y lo ha hecho para dar todavía un paso más en la categoría con una mecánica más potente y a la vez menos pesada. La moto funcionaba a la perfección, aunque uno se queda con ganas de más y en los próximos meses habrá que gestionar una prueba íntegra de un modelo en el que gestionar los mapas de potencia es tan sencillo con accionar el botón en marcha. Igual de fácil es arrancar gracias al arranque eléctrico que cuenta con una batería ultra ligera que permite tener la ventaja de un arranque rápido sin tener que aumentar el peso.
También ha mejorado el bastidor, ahora más ligero que en el modelo anterior y que contribuye igualmente en la rigidez del conjunto para conseguir una moto más flexible. En conjunto, una máquina espectacular, divertida y preparada para disfrutar. La versión GYTR una delicia y lo más parecido a una moto de GP que uno se puede subir, una lástima que no pudiera disfrutarla con un circuito en mejores condiciones, ahí sí que uno se hubiera sentido un verdadero piloto de MXGP, quitando la obvia falta de talento para volar con las bestias azules, claro…