El proyecto de la CRC Magnum gira alrededor de un chasis tubular Harris Magnum MK2, que debutó en 1982. Para aquellos que no les suene demasiado, la empresa Harris Performance fue fundada en 1972 por los hermanos Steve y Lester Harris junto a Stephen Bayford. Desde entonces, fabrican piezas racing y algunos de los mejores chasis tubulares (acero y aluminio) para motos de competición clásicas, especializándose en modelos con mecánicas de los ’70 y ’80.
Por supuesto, su gran prestigio viene precedido por las estructuras creadas para motos de competición participantes en el Tourist Trophy o el Mundial de Resistencia. Quizá, su máximo logro fueron los bastidores creados para las Yamahas privadas del Mundial de 500 cc en 1991.
Con toda esta experiencia os podéis imaginar que cuando construyeron la segunda evolución matriculable de su propia moto a principios de los ’80 (reemplazó a la Harris Magnum 1 fabricada entre 1973 y 1981), lógicamente sería una máquina imbatible en aquella época en carretera y lo que posteriormente sería un objeto de culto. Una moto de resistencia con faros, matriculable y además con un increíble manejo, algo de lo que carecían las japonesas de la época.
Para la CRC Magnum se cogió lo verdaderamente característico de esta moto, el chasis. Se repintó y se revisó la colocación del asiento. El motor que llevaba se descartó y en su lugar se montó uno de Suzuki GSX-1100, pero con un kit Wiseco para aumentarle la cilindrada hasta los 1.170 cc además de realizarle otras mejoras internas.
Hoy en día no se podían seguir utilizando frenos y suspensiones de época si queríamos poder exprimir las bondades del propulsor, por lo que actualizó convenientemente la parte de ciclo con unas llantas de radios Takasago Excel a la que se le ha acoplado delante sendos* discos flotantes de 320 mm mordidos por pinzas radiales Brembo* mientras que detrás cuenta con una pinza del mismo fabricante pero de la Serie Oro.
Delante y detrás se confían las suspensiones al fabricante sueco Öhlins, con una horquilla R&T y un amortiguador trasero hecho a medida y montado de forma horizontal para anclarse al bonito basculante tubular, toda una obra de arte como el resto del chasis.
El tanque de gasolina de 22 litros, el guardabarros delantero y el conjunto asiento-colín ha sido construido íntegramente por CRC, pintado por Khamaleon Customs y tapizado por Stan Leathers. Otras múltiples piezas han sido construidas por ellos como la pletina superior o el soporte de unos relojes firmados por Smiths.
Para acabar, estriberas retrasadas a los que se le ha acoplado una palanca de cambio de Ducati y sobre todo, grandes dosis de diversión a los mandos de esta Harris Magnum renacida del garaje de Cafe Racer Customs.
