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Transformaciones al límite: CBR 1000 RR, de circuitera a reina de las calles

Fotos: Huge Design
Es, por excelencia e historia, una de las deportivas con más solera del mercado. Aunque lleva mucho tiempo sin actualizarse, la Honda CBR1000RR continúa siendo objeto de anhelo por parte de muchos. Ha sido reina en las pistas y ahora, gracias a las transformaciones de Bill Webb está dispuesta a ser la chica mala de las calles.

En los últimos años la “fiebre” cafe-racer y street-figther han ido ganando adeptos que han visto como a base de transformaciones y minimalismo, dejando incluso apartadas a un segundo plano las prestaciones, las motos más dispares del mercado han ido desnudándose para ganar en personalidad.

Este es el caso de una de las deportivas con más nombre del mercado, la Honda CBR1000RR. Una moto que básicamente permanece inalterada desde 2009 y que ha visto como sus principales rivales han ido naciendo y evolucionando en un mundo tecnológico reservado hasta hace muy poco tiempo a las MotoGP. Sin embargo un proyecto sacado adelante por Bill Webb, un diseñador estadounidense, está destinado a hacer vivir una segunda juventud totalmente rompedora a estas espectaculares monturas de más de 170 cv.

Siguiendo la línea ya mencionada del minimalismo, lo primero que se aprecia en la CBR de Webb, que comenzó el proyecto en 2009, es la falta total y absoluta de todos los carenados, incluyendo el colín, que recuerda a aquellas máquinas de los ’60 y ’70.

Obviamente el sistema de entrada de aire ha sido totalmente modificado, al igual que el sistema de iluminación en el que aparecen como elemento estrella los leds, también se cambian los semi-manillares, el soporte de la instrumentación y otros accesorios que terminan de conferir a la moto en cuestión un aspecto mucho más liviano y la sensación de estar ante una moto más pequeña a pesar de que ni chasis ni basculante se modifican, algo que no puede decirse del subchasis, que se sustituye y al que se le incluyen unas alzas metálicas. Precisamente el asiento es el de serie de una Ducati Panigale 1199, que encaja a la perfección en el diseño.

Por el momento el precio es toda una incógnita, al igual que la capacidad de producción. Eso sí, les gustaría que estuviese disponible tanto el acabado negro y como en plata.

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