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Triumph Bonneville: la moto retro favorita de los preparadores

Fotos: Triumph
La legendaria Bonnie, un modelo que ya lleva 55 años entre nosotros, es actualmente una de las musas que todo customizador desea tener en el garaje. Triumph ha conseguido adaptarla a los tiempos que corren, sin perder el estilo, la sencillez y la clase que siempre la han caracterizado, pero muchos quieren dar su "toque" personal...

Desde 2000, la última generación Triumph Bonneville fusiona ese look retro y su sencillez estructural con la tecnología más actual aplicada a la moto. Sus curvas y un motor bicilíndrico en paralelo de 875 cc refrigerado por aire, con inyección electrónica (camuflada con la estética de los antiguos carburadores) es uno de los motivos por los que muchos se ven atraídos por ella y la toman como base de sus proyectos a medida para plasmar una personalidad especial.

A día de hoy, el auge que está experimentando el mundo de las personalizaciones es más que llamativo. En definitiva, preparadores de todo el mundo se han sentido siempre atraídos por la Bonneville, una moto clásica, de fácil preparación y en la que todos encuentran un atractivo punto en común para ponerse manos a la obra. Desde los que intentan recuperar la esencia cafe racer hasta aquellos que la transforman con nostalgia en un modelo scrambler off road. Aquí tienes algunos ejemplos:

CRD31

Esta moto realizada por el preparador español Cafe Racer Dreams está basada en el modelo de inyección de la “Bonnie” de 2008. Lo más impresionante es la transformación de este modelo clásico en algo atemporal gracias a detalles con gran impacto visual. En este caso la CRD31 cuenta con un subchasis recortado. Además se le han cambiado las llantas originales por unas de 18” con neumáticos de tacos. Otros detalles como la llave de contacto insertada en el subchasis, el manillar plano, su pequeño faro frontal o los guardabarros altos le dan una personalidad única.

El Matador

Una obra de arte de Tony Purst que poco mantiene de la Bonnie a la que estamos acostumbrados a ver. A pesar de estar basada en el chasis de una Bonneville de 1968 y el motor de la misma montura británica de 1972, “El Matador” cuenta con multitud de elementos que hacen de ella una montura única donde poco queda de su estética inicial. Desde su freno de tambor delantero, hasta el sillín monoplaza pasando por su horquilla rebajada, sistema de escape hecho a medida, pinstriping en el depósito, etc. encontramos todo tipo de modificaciones hechas con el máximo cuidado, tanto que hay muchas que hasta pasan inadvertidas. El constructor norteamericano de Analog Motorcycles puso tanto empeño en esta creación que sobran las palabras para describir esta Bonnie tipo Bobber.

The Lizard King

Macco Motors ha preparado esta Bonneville T100 del 2009 manteniendo su esencia y añadiéndole un toque de comodidad y rudeza. Estos preparadores andaluces ha trabajado en un modelo único, aunque se da un cierto aire a su anterior preparación de Bonneville, la Dusty Pearl. El encargo incluye modificaciones como un subchasis recortado y doblado que, junto con el nuevo diseño del depósito, le dan una apariencia más musculosa. Sin embargo, en contraposición, el asiento, hecho a medida en polipiel, a juego con los puños le dan ese toque de elegancia original de Triumph. Macco también ha equipado a su creación con el guardabarros trasero de la Thruxton y uno frontal hecho a medida. El resto de pequeños detalles como el manillar, las manetas, los intermitentes, el cuentarrevoluciones o el faro con la rejilla de una Triumph TR6 confieren a esta moto una atractiva estética Café Racer en la que no podía faltar la cinta anticalórica que recubre los escapes.

Shorty

Los artistas italianos de Mr Martini también hacen de las suyas con una Bonneville de 2006 hasta lograr un resultado único. La moto original se ha convertido en una montura de Dirt Track. Es increíble ver como con unas pequeñas modificaciones se deja prácticamente irreconocible esta moto, si no fuera por el característico bicilíndrico en paralelo, seña de identidad de la protagonista. Algunos de los elementos más destacables son su gran filtro de aire, su basculante de aluminio con amortiguadores Biturbo o su sistema de escape hecho a medida. Otro de los componentes más llamativos es el asiento, realizado a partir de una chaqueta de cuero original de 1970 y con un reborde en amarillo a juego con el color del depósito. El guardabarros trasero de aluminio y su chasis recortado, completan el look y le dan el nombre de “Shorty”.

Mad Max

Un sugerente nombre que esconde tras de sí una Bonneville de 2008. Los preparadores australianos Mean Machines han conseguido crear un verdadero monstruo con aspecto de streetfighter que poco tiene de moto clásica. Con más de 300 horas de trabajo estos preparadores han creado una máquina con una estética tremendamente agresiva en la que destacan elementos como: un enorme neumático trasero de 200 mm, un basculante alargado, un mono amortiguador trasero con muelle cromado personalizado, un sistema de escape 2-1-2, depósito elevado y un asiento-chasis recortado, entre otros muchos detalles.

Monkee Hook

Wrenchmonkees es el nombre del equipo de preparadores daneses que han marcado su sello con maestría en esta “Bonnie” sin apenas realizar cambios. Esta T100 incorpora un elemento al que no estamos acostumbrados a ver en estos modelos, el semicarenado, y sin embargo lo hace con una elegancia exquisita. El trabajo que los de Copenhague hicieron en 2011 para Hook Motors podría fácilmente confundirse con una moto de carreras vintage. A simple vista la preparación sólo incorpora, además de algunos pequeños detalles, el carenado, un asiento monoplaza, y detalles como los faros o la pintura a juego con la nueva estructura. Un trabajo impoluto sobre una Bonneville fechada en 2008.

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