Pongámonos en situación. Hace muy poco tiempo, el fabricante indio de motos eléctricas Ola tuvo que poner en marcha lo que aquí llamaríamos “campaña de revisión” de la Ola S1. El pequeño scooter eléctrico estaba teniendo problemas de seguridad con el tren delantero.
Según reportan los medios locales, fue la respuesta a una inusual cantidad de casos reportados de averías en el monobrazo delantero que tuvo lugar por todo el país asiático. Por ese mismo motivo tuvieron que hacer lo que denominan “retiro voluntario”, que más o menos viene a decir que lo han cambiado porque ellos querían y no porque les hubieran obligado. El caso es que han rehecho el monobrazo dotándolo de más resistencia y, dicen desde Ola, con un mayor factor de seguridad.
Pero, claro, el daño a la imagen de la marca estaba hecho y en un mercado tan importante como el indio, que la gente se entere de que tu scooter falla puede suponer un desastre en cuestión de días. No hay que olvidar que India es uno de los países que más motos consumen y que nos tienen acostumbrados a récords de ventas.
Así que en una jugada de comunicación propia, porque está subida en su propio canal de Youtube, han mostrado como seis personas se suben al S1 ¡a la vez! No cabe duda de que ya de por sí tener a seis individuos encima es todo un desafío para cualquier scooter, pero además ponerse en marcha y andar además a velocidades de, al menos 30 kilómetros por hora, es todo un logro.
En realidad, desde Ola dan a entender que se trata de una iniciativa que han tenido estos seis valientes, aunque hasta el propio CEO de la empresa, Bhavish Aggarwal ha publicado el vídeo en su cuenta de Twitter. Deja claro que fuera casual o fuera organizado, están aprovechando todo lo que pueden para reivindicar que su moto es dura como una piedra.
Eso sí, esta prueba de resistencia es, en realidad, un simple guiño. No solo no demuestra nada de manera científica sino que, además, han hecho que algunos se pregunten por esas pruebas serias como las de carga, tensión, flexión o torsión que han pasado en realidad el nuevo monobrazo. En cualquier caso, lo que sí es cierto es que hay que confiar mucho en una moto que ha dado problemas para cargarla de esa manera y subirse a ella.
Por cierto, hay que recordar que esta no es la primera polémica sobre la calidad de sus productos en la que se ve sumergida Ola, y es que ya en 2022 hubo una fuerte polémica al respecto. En ese momento fue con la S01 Pro y algunos usuarios tomaron la «justicia» por su mano quemando sus motos ante la impotencia que sentían frene a un servicio técnico poco resolutivo.