No son los mejores tiempos para el radar Autovelox en Italia. La Corte Suprema de Casación de Roma, el equivalente italiano del Tribunal Supremo, acaba de anular una multa a un conductor que sobrepasó el límite de velocidad por no estar debidamente señalizado. La noticia nos llega desde el medio italiano ‘Moto.it’. Así, la sentencia abre la puerta a miles de recursos en el país trasalpino, donde los radares móviles escondidos empiezan a ser una plaga… Casi como en España.
El camino para llegar a esta anulación no ha sido fácil, porque el conductor vio que dos tribunales rechazaban su recurso, en el que argumentaba que el radar Autovelox que le multó estaba camuflado dentro de un coche sin distintivos. El conductor circulaba a 62 km/h en un tramo limitado a 50 km/h y fue ‘cazado’ sin siquiera darse cuenta de la ubicación del radar. Pero no cantes victoria todavía, ya que en Italia la cosa es un poco diferente a España, ya que la ley allí dice que «los puestos de radar móviles deben ser claramente identificables recurriendo, en lo posible, al uso de vehículos de servicio con los colores institucionales». Algo que en nuestro país es prácticamente todo lo contrario.
¿Seguiremos el ejemplo de Italia o comprará la DGT más radares Autovelox?
Bueno, la respuesta a esta pregunta ya la sabemos. En España, los radares móviles camuflados y escondidos están permitidos. De hecho podemos encontrar multitud de ejemplos cada día: vehículos sin distintivos (radar Multanova) o camuflados debajo de puentes, señales, en la cuneta… Así que para evitar un radar móvil solo os podemos dar una recomendación: circular por debajo de la velocidad máxima permitida. Vemos pues difícil que la DGT se decida a seguir el ejemplo de Italia.
De hecho la DGT ha establecido en los últimos tiempos una política de ‘tolerancia (casi) cero’ con los infractores en su afán por llegar a los cero muertos en carretera después de años de subidas. Aunque quizás en esa búsqueda se hayan olvidado de educar a los conductores y no hablamos solo de poner anuncios impactantes en la tele. Con todo, los radares móviles son el recuerdo constante de que las imprudencias al volante se pagan.
