Repasando lo que llevamos contado, los amigos de Bottpower contaban con sendas Buell XBRR. La primera de ellas, la compraron gracias a la intervención de Andreas Kuehnle, pero necesitaba rehacer completamente el motor para poder aguantar los rigores del Pikes Peak. Por otro lado, Peter Buedts les cedió su XBRR como motor de repuesto en caso de necesidad.
Sin embargo y tras localizar tres motores de XBRR a estrenar, decidieron vender de nuevo la XBRR tras una buena puesta a punto ya que el resto de la moto no lo necesitaban, y de esta forma tampoco tienen que utilizar la moto de Buedts, solucionando el proyecto de una forma mucho más sencilla, aunque algo tarde.
Volviendo a las reformas del motor, los alemanes de Zanon fueron los encargados de mecanizar los nuevos conductos de admisión en magnesio. Además, han recibido un tratamiento superficial para evitar la oxidación. De igual forma, los ejes de las ruedas también han sido mecanizados en titanio, mismo material utilizado también en las tijas, las cuales contarán con el mismo diseño que el que utilizan en sus BOTT XR1 y XC1.
Las llantas Rotobox Boost también han llegado, y en ellas se les han montado unos sensores que miden la temperatura y presión del neumático, lo que les permitirá conectarlo al sistema de telemetría que también instalarán en la moto.
Ahora y ya con todas las piezas de la moto en el taller, ya pueden empezar a completar el montaje, quedando únicamente en el aire el airbox (notese el sutil juego de palabras), cuyo resultado final esperan tener listo a finales de esta semana para, a mediados de mayo arrancar la moto y empezar con las primeras pruebas en circuito.
