El segundo modelo presentado por Suzuki en el Salón de la moto de París es la nueva Suzuki Gladius.
Aun sabemos poco soble este nuevo modelo, el cuadro recuerda los de las Ducati Monster o una Aprilia Mana 850. Aunque herede su motor, la parte ciclo parece más básica que la de la SV650, ofreciendo una postura de conducción más cómoda que en esta gracias al manillar elevado, no tan deportiva.
Suponemos que Suzuki buscará poder ajustar precio para competir con modelos de entrada en cilindradas medias como la ER6-N de Kawasaki.
El cuadro, analógico para revoluciones y digital para velocidad, parece bastante completo, incluyendo indicador de marcha engranada.
Diseño sinuoso
A falta de más datos técnicos de la Suzuki Gladius, hablemos de lo que se ve. Mientras otras marcas se están decantando por líneas angulosas, Suzuki parece apostar por la estética de curvilínea y la verdad que esta Gladius les ha quedado muy resultona. Quizá lo más flojo sea el faro, que siendo correcto, no me termina de decir nada y el escape un tanto grandote para los tiempos que corren.
El asiento intenta seducirnos con un detalle de acabado en dos colores.
El asiento promete, estrecho por su parte delantera y marcando bien el límite entre piloto y pasajero, aparenta ser cómodo para el primero y soportable para el segundo, aunque los asideros para el acompañante no tienen pinta de ser muy cómodos, por bajos.
El colín – sobretodo su luz de freno – me recuerda a la última GS500, quizá para que no nos olvidemos de a quién ha venido a reemplazar, y los retrovisores se parece mucho a los de la Burgman 250. ¿Y el guardabarros trasero? ¡anda, si se les ha olvidado ponérselo, pero qué despiste! Bueno, una alegría para el mercado paralelo que en breve se pondrá manos a la obra.
Junto con el nuevo modelo, Suzuki ha presentado toda una gama de accesorios para la Suzuki Gladius. En fin, parece que por fin tenemos sustituta para la GS500 !Larga vida a la Gladius!
