Komine, la histórica empresa japonesa de accesos y equipamiento para motoristas, acaba de sacar al mercado su peculiar y práctico aire acondicionado para moto. Los nipones ofrecen un nuevo producto para que los viajes en moto, en plena temporada estival, sean un poco más placenteros.
El verano de 2023 ha sido particularmente caluroso en varias regiones del mundo, y Japón no es una excepción. De hecho, en el país del sol naciente están sufriendo unas olas de calor, tan sofocantes como las nuestras, o más…
Y Komine, la empresa japonesa que existe desde 1947 pero que se especializó en productos para dos ruedas desde 1952, acaba de sorprender a sus locales con su última creación, el KK-901 Turbo Fan Cooling Tank Bag.
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Así es el aire acondicionado para moto de Komine
La bolsa de depósito Komine es una bolsa pequeña que contiene el ventilador turbo, y también tiene un bolsillo pequeño donde guardar la batería opcional. Se instala fácilmente en el tanque de la moto y la manguera que va conectada, de tipo acordeón y de longitud expandible, es introducida en la prenda que queramos refrigerar.
Mediante el uso de un interruptor de palanca analógico, se puede encender o apagar fácilmente el ventilador a voluntad. A su vez, el ventilador se puede conectar a la batería, usando el mismo sistema de cableado que Komine también usa para sus equipos de calefacción. Así pues, si ya se cuenta con algún equipo de calefacción Komine, el cableado es el mismo.
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En el vídeo que os mostramos más arriba, aunque traducido del japonés al inglés, uno de los desarrolladores de Komine explica cómo la compañía lo diseñó y creó para ayudar con los atascos de tráfico. “Cuando se está en marcha y el aire fluye sobre el cuerpo, es agradable y refrescante, pero cuando se está atrapado en un atasco, el calor puede ser incómodo en el mejor de los casos y peligroso en el peor.”
El sistema funciona soplando aire dentro de la chaqueta, utilizando el enfriamiento por evaporación para bajar la temperatura corporal, a medida que la velocidad se reduce, o incluso se detiene durante un atasco infernal.
Ahora viene lo malo. Komine dice que este producto está pendiente de patente y ni siquiera lo tienen todavía en su catálogo de productos 2023. Eso sí, los japoneses están en plena fase de desarrollo, probándolo en pilotos reales y recopilando comentarios para realizar mejoras en futuras versiones.
En Komine van a fijar un precio estimado de 50 euros, y 25 euros más si se adquiere con una batería opcional. Con impuestos, se quedaría más o menos en 60 euros. Komine vende sus productos en varias regiones, incluidas Australia, Chile, Turquía y varios países de Asia. De momento, en España, tendremos que esperar.
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