Ya os contamos hace tiempo acerca de este proyecto policial inglés y su enorme singularidad, entre la que se incluye un sistema Venturi para la aerodinámica. Ahora, acaba de ver la luz y la comisaría del condado británico de Northamptonshire ha sido la primera en recibir los primeros 8 scooters hibridos de tres ruedas, llevados a cabo por la marca WMC y basados en el eficiente Yamaha Tricity 300.
Son bastante comunes los vídeos en Internet en los cuales vemos a ladrones bastante descarados robando en Inglaterra motocicletas, coches y lo que se cruce en su camino. Normalmente, llegan a lomos de un maxiscooter, que suele ser un TMAX, realizan su fechoría sin quitarse el casco, amenazando a los transeúntes y testigos para a continuación salir disparados con su presa, o no. Y, contra este tipo de delincuentes y sus potentes monturas urbanas, no creemos que el nuevo vehículo policial híbrido sea demasiado efectivo. Eso sí, contamina la mitad, según han declarado sus creadores.
El innovador scooter eléctrico de tres ruedas WMC300FR ha sido desarrollada por White Motorcycle Concepts (WMC), con sede en Northamptonshire, en colaboración con Force y varias empresas británicas de innovación en ingeniería. El nuevo vehículo policial operativo llega diseñado como “vehículo de primera respuesta”. Es decir, debería ser la primera dotación en llegar al lugar de los hechos.
El WMC300FR comienza su proceso de creación como un Yamaha Tricity 300. Pero, WMC ensambla junto al motor térmico de gasolina una unidad de energía eléctrica que, según afirman sus creadores, reduce la emisión de CO₂ hasta en un 50%. Sin olvidarnos del sistema Venturi para mejorar aerodinámicamente el conjunto del scooter. Como bien comentan nuestros compañeros ingleses, no creen que puedan seguir el ritmo persiguiendo una motocicleta deportiva. Pero, lo que si puede hacer es esperar hasta que se queden sin combustible.
Lem Freezer, Jefe de Transporte y Logística de los servicios de policía y bomberos en Northamptonshire, cree que los scooters como el WMC300FR podrían ser el futuro de servicios públicos, como la policía. Además, ha declarado: “Al igual que todos los servicios de emergencia, debemos cumplir los objetivos nacionales para reducir las emisiones de carbono y alejarnos del transporte que funciona con gasolina y diésel para 2030. La tecnología detrás del diseño del WMC300FR reduce las emisiones hasta en un 50 por ciento”.
Y continúa: “Esto, junto con las baterías desmontables que se pueden cargar con un enchufe estándar de tres clavijas, proporciona una solución de transporte versátil y rentable, que se puede implementar como parte de la flota actual sin necesidad de una costosa infraestructura de carga”.
Las baterías son compactas, se quitan fácilmente y las de repuesto se pueden llevar en el scooter, o almacenar cómodamente en la estación de carga. Esto significa que los scooters no necesitan tiempo de inactividad para cargarse y se pueden seguir usando para patrullar. Cuentan también con un enchufe de tres pines y puertos USB, lo que crea una estación de trabajo móvil y les permite a los oficiales pasar más tiempo haciendo su trabajo.
El WMC300FR equipa el mismo motor monocilíndrico de 292 cc del Yamaha Tricity 300, además de un motor eléctrico de 5 W alimentado por dos baterías de iones de litio extraíbles de 672 Wh que se ubican detrás del conductor. Y justamente para conducir el aire a través del conducto frontal, cuenta con un carenado especial en las ruedas delanteras para dirigirlo adecuadamente, mejorando no solo la aerodinámica sino también la ventilación de su motor de combustión. El sistema híbrido permite que el scooter tenga una mejor respuesta a bajas velocidades, reduciendo así el consumo de gasolina.
