Puede que hasta ahora mismo no hayas leído u oído nunca el nombre de Peter Volosinovski, pero a partir de ahora este señor se ha convertido en un héroe. Él está detrás de la joya que muchos queremos… Hay que viajar hasta 1994 para encontrar la moto en la que se inspira esta increíble réplica y es que aunque no te lo parezca, no es una NSR 500 original sino una réplica de la misma.
En aquél año, el primero de Álex Crivillé en HRC y en el que Doohan ganó su primer título, Honda no tuvo ningún patrocinador y fue la única vez en prácticamente los últimos 40 años. En negociaciones con Repsol, que llegó en 1995 y cuya relación continúa desde entonces, prefirieron mantener los carenados sin patrocinadores y decidieron, de una manera tremendamente acertada al menos para los aficionados, correr con un diseño que 28 años después sigue siendo espectacular.
Tan espectacular como el diseño (que recrea la moto de Mick Doohan) es el trabajo que ha hecho Peter, consiguiendo en apariencia una de las indomables 500 de principios de los ‘90. Pero hay truco, el chasis, que aparentemente sería el de la NSR al menos si no comparamos procede de una RC51. Y el motor, lo más complicado de conseguir a día de hoy, es un 500 tetracilíndrico ¡de una Yamaha RD500!
Según las pruebas, consigue en el banco la nada despreciable cifra de 120 CV y 82 Nm a la rueda (140 CV al cigüeñal), nada mal para una mecánica tan veterana. Pero esta potencia, por encima de muchas supersport que podemos encontrar cada fin de semana en el circuito, se vuelve más relevante cuando conocemos el peso: ¡¡139,7 kg!! Es increíble y da muestra del esfuerzo real detrás de esta máquina, pues el peso reglamentario en los 90 para las 500 de 4 cilindros se situó en 130 kg.
Si contamos que monta discos de acero en vez de carbono y que podríamos aligerar algo este trabajo “de garaje” se vuelve todavía más espectacular. Además, está a la venta. Eso sí, lo malo es que una pieza de estas características no va a ser barata y su precio se sitúa por encima de los 40.000 euros. Conseguir una NSR 500 de cuatro cilindros original es prácticamente imposible, y si lo logras vas a necesitar unos cuantos cientos de miles más. Así que dentro de todo, sin duda es una gran inversión.