La Vespa Primavera vio la luz por primera vez en el Salón de Milán de 1967 y desde el principio llamó la atención pues mostraba unas características que hasta ese momento no se habían podido ver en ningún otro scooter: era pequeña y ágil pero al mismo tiempo no renunciaba a un motor muy potente y excitante.
En cuanto se puso a la venta en 1968, rápidamente se pudo ver que Vespa había aglutinado en un sólo modelo toda la historia atesorada hasta ese momento. Así se podían encontrar rasgos característicos de la Vespa GS de 1955, la Vespa 50 de 1963 o la Vespa 90 SS de 1966.
Los antecedentes
Los antecedentes de la Vespa Primavera se remontan a 1955 cuando Piaggio presentaba su Vespa GS, en la que se aglutinaba toda la experiencia del fabricante italiano en competición. Y es que la Vespa había sido uno de los modelos más exitosos en las carreras de regularidad por toda Europa pero hasta ese momento la imagen que se tenía de ella era de una moto tranquila.
La Vespa GS era capaz de sobrepasar los 100 km/h y presentaba interesantes novedades como por ejemplo su cambio de cuatro velocidades o unas llantas de 10 pulgadas que era capaz de aportar una mayor estabilidad en marcha.
En 1963 llegaba la Vespa 50, rompió con todo lo establecido anteriormente ya que introducía el concepto de chasis pequeño. Con él se conseguía una mayor agilidad pero al mismo tiempo, los jóvenes vieron grandes posibilidades pues podría albergar perfectamente motores más potentes y prestacionales.
Piaggio lo hizo real en 1966 cuando lanzaba la Vespa 90 SS una serie especial derivada de la Vespa 50 y caracterizada por un baúl posterior situado tras el asiento y la facilidad para conseguir una conducción realmente relajada. El manillar deportivo, estrecho y bajo eran novedades radicales, incluido el guardabarros delantero o el escudo, realizado para favorecer una mayor velocidad. Con sólo 90 cc de cilindrada conseguía los 93 km/h.
Paralelamente, durante el año 1966 también se lanzaba la Nueva 125 que adoptaba el chasis pequeño de la 50 pero en su interior se alojaba el motor de 125 cc. Para darle un poco más de estabilidad, las llantas crecían hasta las 10 pulgadas.
Y así, un año después nacía la Vespa Primavera.
Las Vespa Primavera hoy
La Vespa Primavera siguió en el catálogo durante los siguientes 15 años gracias a su éxito comercial derivado de la manejabilidad y también de su maniobrabilidad en parado, algo que caló muy hondo entre los jóvenes.
En 1976 la Vespa Primavera era relevada por la nueva Vespa Primavera ET3, un modelo caracterizado por el encendido electrónico y las modificaciones realizadas en el cilindro para colocar un silencioso que partía sobre la base de la 90 SS, con la llave de contacto en el manillar. Todo se tradujo en prestaciones aún superiores para reverdecer el mito deportivo de la Primavera. En 1982 fue el último año en el que estuvo a la venta.
Sin embargo la Vespa Primavera renació en 2013 aglutinando todos los valores propios que ya la había convertido en un éxito desde sus primeras versiones. Joven, innovadora, tecnológicamente en vanguardia, ágil y dinámica, atenta a preservar el Medio Ambiente, del cual forma parte pues la Vespa Primavera regresa como protagonista en el tiempo, heredando toda la frescura, esplendor y alegría que vivió su progenitora.