Hace poco más de un año que Honda anunciaba el cese de la producción de unos de sus modelos más emblemáticos en la media cilindrada: La Honda CB400 Super Four. El motivo todos no lo podemos imaginar ya, las estrictas normas anticontaminación que imperan actualmente, además de quedar en el aire la posibilidad de si la marca nipona ofrecería una alternativa real a su rabiosa naked.
La realidad es que, tras 3 décadas en el mercado, la idea de sustituir a tan insignes siglas parecía cuanto menos complicado. Pero igual de cierto es que para Honda se hacía muy cuesta arriba la evolución de un propulsor de este tipo, más aún cuando este quedaba destinado casi en exclusiva al mercado japonés.
A todo ello hay que sumarle el hecho de que otros buques insignia de la marca, como la VFR800 o su hermana mayor la CB1300, también se habían caído de la oferta de Honda por el mismo motivo. Por lo tanto, nadie pensaba que la firma del ala dorada se planteara el resurgimiento del modelo apenas año y medio después de anunciar su cese comercial.
Ahora hemos conocido gracias a los compañeros de Young Machine que Honda podría estar ya en pleno desarrollo de una Honda CB400 SF de nueva hornada. Ya el pasado mes de septiembre salto la noticia de la posible llegada de una CB500 adaptada a las nuevas necesidades de la marca, y eso pasaba por el desarrollo de una mecánica con homologación Euro5, probablemente menos apretada que la que portaba su antecesora.
Recordemos que la Honda CB400 SF en su última evolución quedaba denominada en código interno bajo las siglas NC42. Por supuesto seguía equipando el famoso tetracilíndrico en línea de 399 cc con 4 válvulas por cilindro y refrigeración líquida.
El resultado final, en materia prestacional eran 56 CV a 11.000 rpm y un par máximo de 39 Nm a 9.500 rpm. La marca declaraba una velocidad máxima autolimitada a 180 km/h y una aceleración del 0 a 100 km/h en apenas 4,5 segundos.
Motivos de la vuelta de la Honda CB400 SF
Una de las hipótesis que manejan desde YM es que a Honda le pillara a pie cambiado la jugada que han llevado a cabo desde Kawasaki. Nos referimos por supuesto a la presentación de su radical Ninja ZX-4R/RR. Como todos sabemos la pequeña deportiva de la firma de Akashi está precisamente equipada con un motor que sigue la configuración mecánica a la que recurría la naked de Honda.
Hablamos de un tetracilíndrico de 399 cc y refrigerado por agua, con unas cotas internas de 57,0 × 39,1 mm y sometido a una compresión final de 12.3:1. Cuenta con un sofisticado sistema de inyección electrónica en la alimentación y viene “dopado” de serie con el ya mítico Ram-Air de la marca. El resultado es una potencia final de 80 CV que son conducidos hasta la rueda posterior mediante un cambio de seis relaciones.
Además es más que probable que Kawasaki, antes o después, aparezca con una variante naked dotada de la misma mecánica que su hermana deportiva. Una versión «Z400RS» sería todo un acierto por parte de la firma japonesa y en este momento actual, sin un rival real en la categoría, manejaría a su antojo el nicho de mercado que hasta ahora cubría la extinta Honda CB400 SF.
Por lo tanto, y llegados a este punto, queda claro que Honda busca enmendar el error de haber sacado de su catálogo a su mítico modelo. Además, cabe la posibilidad de que con la llegada de una nueva generación de Honda CB400 SF, la marca pudiera plantearse el desarrollo de una variante deportiva, tipo Honda CBR400RR, para intentar plantar cara a la explosiva deportiva de Kawasaki.
En cualquier caso Honda estaría en pleno desarrollo de una plataforma común para poder usar en diferentes modelos, tal y como ha hecho con la nueva Hornet 750 y Transalp 750 de última generación.
Esto pasaría por el diseño de un chasis tipo diamante similar al empleado en la CB750 y XLV de nueva hornada que posteriormente se pudiera emplear en un modelo deportivo e incluso en una trail de la misma cilindrada.
De este modo la marca japonesa abandonaría la antigua plataforma ensamblada sobre un chasis doble cuna de acero, buscando compatibilidad modular, así como una mayor rigidez del conjunto.
