La versión turística de la potente Kawasaki Ninja H2, la H2 SX, llegó después de las deportivas. Además de retoques en el motor para hacerla más suave, y en el equipamiento para que fuera más práctica, en nuestra prueba de la H2 SX echábamos de menos unas suspensiones electrónicas en una moto de este nivel. Kawasaki nos ha hecho caso y ésa es precisamente la novedad principal de la H2 SX para 2019, eso sí en la versión más equipada: la nueva Ninja SE+.
En cuanto al modelo de base, la Kawasaki Ninja H2 SX “a secas” cambia poco para 2019: podrá llevar opcionalmente el cambio rápido KQS tanto en aceleración como en reducción, además de un nuevo soporte para GPS. Algo más equipada, la Ninja H2 SX SE recordemos que lleva de serie maletas y otros detalles prácticos como las luces de cuneta, y para 2019 añade la opción de pintura “autorreparable” que llegó a la Ninja H2 normal. Se trata de una pintura multicapa que es capaz de arreglar ella sola pequeños arañazos: en algún caso necesita varios días para reabsorber el trozo arañado, y no puede reparar los más profundos, pero es algo que deberá mantener la moto como nueva durante más tiempo.
Las grandes novedades llegan sin embargo en la nueva versión equipada a tope, la Kawasaki Ninja H2 SX SE+ o “Plus”. Aquí la estrella es como apuntamos antes la suspensión electrónica: la KECS (Kawasaki Electronic Control Suspension). Está basada en la suspensión semiactiva que se introdujo en la ZX-10R SE de este año y es un sistema que se adapta en marcha a las condiciones de pilotaje o del asfalto. La amortiguación hidráulica se ajusta en marcha para adaptarse a la velocidad y el recorrido de suspensión, gracias a unas válvulas electrónicas con 1 milisegundo de velocidad de actuación. Unos sensores leen el recorrido de las suspensiones delante y detrás y también la envían a la centralita cada milisegundo, que recibe información de la IMU (sensor de inclinación y aceleración o deceleración) y de la inyección (velocidad y revoluciones) cada 10 ms.
De esta forma, la centralita del KECS relaciona todos los parámetros y actúa en consecuencia para mantener la moto a la vez lo más estable, ágil y cómoda para cada situación, en función de los cuatro modos que el piloto puede elegir: Sport, Road, Rain o Rider (programable). Cada modo implica un modo de motor y del conotrol de tracción además de las suspensiones. La horquilla de la Kawasaki Ninja H2 SX SE+ es una Showa de cartucho y barras de 43 mm, y monta un amortiguador BFRC idéntico al de la ZX-10R SE, al que añade precarga de muelle controlada electrónicamente. Y es que ese factor también se controla desde el puesto de pilotaje: se puede elegir si vamos cargados con el piloto solo, piloto con equipaje, o piloto con pasajero y equipaje (y cada uno con diez niveles diferentes de carga).
Otra novedad exclusiva de la Kawasaki H2 SX SE+ es que en esa horquilla monta pinzas de freno monobloque Brembo Stylema, la evolución de las ya notables M50. Es algo que también se monta en las otras H2 2019 (no las SX salvo ésta más equipada) y que mejora el tacto y potencia de frenada.
Por último, destacar también que la nueva versión Ninja H2 Sx SE+ traerá de serie conectividad con el móvil. Gracias a eso y la aplicación dedicada Kawasaki, podremos ver información de la moto en el móvil, atender llamadas o mensajes en la pantalla TFT de la moto, o ajustar parámetros de los modos de conducción entre otras funciones.
