Kawasaki Heavy Industries prevé cambios importantes a nivel empresaria, empezando por la escisión de la división de motocicletas y motores del conglomerado empresarial principal. Entre todos los productos que fabrica KHI (barcos, trenes, sistemas eléctricos, etc), Kawasaki Motorcycles y Kawasaki Engines (que engloba vehículos recreacionales como los ATV o motos de agua) son los únicos que se venden a nivel particular.
En el comunicado emitido ayer por Kawasaki, separar la división de motocicletas permitirá que la toma de decisiones sea más flexible, y no esté supeditado al resto del gigante japonés. Esta flexibilidad permitirá adaptarse de una forma más rápida al mercado cambiante (muy necesario en la situación actual), pudiendo enfocar la línea de negocio a medio plazo de una forma más eficaz.

Kawasaki ya piensa en un futuro diferente, lejos de los motores tradicionales de combustión. Ya hemos visto varias patentes, lo que nos demuestra que llevan trabajando varios años en ello. De igual forma, los clientes que acceden a los productos son cada vez mayores, y no se está produciendo un relevo generacional, lo que obliga a enfocar el negocio de otra forma.
Que Kawasaki Motorcycles empiece en 2021 a funcionar de una forma más libre permitirá, además, la posibilidad de firmar alianzas con otras empresas y poder así trabajar de forma conjunta. Buenos ejemplos son su unión con Bimota o el acuerdo con las tres marcas japonesas, desarrollando conjuntamente baterías comunes e intercambiables.
¿Repercutirá de alguna manera en el cliente final? No, será algo interno y que no tendrá reflejo, «de puertas para fuera» en la forma de funcionar por lo que no debemos preocuparnos, al contrario, se supone que precisamente implica una reestructuración que permita mejoras en la división de motocicletas.