Hace 10 años, Roland Sands ya recibía premios por sus customizaciones, poco después de abandonar su carrera deportiva. No en vano, en 1998 se proclamó campeón americano de 250 GP. Desde siempre, el Flat Track es una disciplina puramente americana, un deporte en el que llevan muchos años siendo referencia mundial. Roland ha “bebido” de todo ese legado para muchas de sus preparaciones y nuestra protagonista de hoy deriva de ello.
En 2011 sorprendió a todos con su impresionante Desmo Tracker, una versión de calle para carreras en óvalos basada en la Ducati Desmosedici: todo un sacrilegio para los puristas de la firma italiana. Ahora, la última “dirtrackeada” ha sido el modelo de una marca “de casa” resucitada por el gigante Polaris: la Indian Chieftain. Realmente, de la moto original sólo queda algo del motor y… ¡nada más!
Quizá, más que a una montura de DT la Indian Track Chief RSD nos recuerda a las motos de velocidad sobre pista de madera de principios de siglo pasado: chasis artesanal de acero CrMo, basculante monobrazo, frenos radiales, bomba Brembo, horquilla tipo Springer con amortiguador FOX de bici, escapes y depósito de gasolina de titanio (con correa de sujeción de cuero), filtro de alto rendimiento, embrague Barnett, asiento monoplaza de cuero de toro, estriberas racing, mecanismo de accionamiento del acelerador electrónico oculto tras la placa portanúmeros delantera, neumáticos Dunlop, etc. Por cierto, la batería de litio y todos los elementos eléctricos van “escondidos” en una caja negra que hace las veces de cubrecárter: nada superfluo a la vista.
