Jeremy Hunt, ministro del interior del gobierno del Reino Unido, acaba de anunciar que todos los vehículos eléctricos estarán sujetos a un impuesto de circulación a partir de la primavera de 2025. Recordemos que hasta ahora estaban exentos de este gravamen. De esta manera, los vehículos eléctricos estarán así sujetos a los mismos impuestos que los vehículos térmicos en un plazo de dos años.
En 2025, los vehículos eléctricos tendrán que pagar una cantidad de 10 libras (unos 11 euros y medio) y después, en los próximos años y de manera gradual, se irán equiparando a las mismas cantidades que los vehículos térmicos. Los expertos en el sector afirman que la decisión del gobierno podría retrasar la transición a los vehículos eléctricos.
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Recordemos que UK con esta medida se empieza a desmarcar del compromiso de descarbonización adoptado por los países llamados occidentales. Reino Unido no es el primer país que se pregunta por este tema, ya que el verano pasado fue en Suiza donde empezaron a idear un sistema de índice kilométrico. Los suizos gravarían a los vehículos según sus kilómetros recorridos. Así podrían compensar futuras pérdidas ligadas a la caída de las ventas de combustible.
Todos los gobiernos han puesto en marcha una serie de medidas de incentivo para fomentar la compra de vehículos eléctricos. Por ejemplo, los beneficios fiscales o las prohibiciones de circulación para vehículos de combustión interna en determinadas zonas urbanas. Pero ahora empezamos a comprobar que esta fase no durará para siempre, sobre todo porque la prohibición de la venta de vehículos térmicos está ahora fijada para 2035. Y eso son unos cuantos años, pero no demasiados.
El estado, con estas medidas, está sufriendo y sufrirá una gravísima pérdida de impuestos relacionados con el combustible. Por ejemplo, en el Reino Unido se generan 35 mil millones de libras cada año, cerca de 40 mil millones de euros.
