Poco a poco las motos eléctricas van ganando espacio en los diferentes segmentos. Scooters, ciclomotores, A1 y B, motos más potentes… van llegando a los catálogos de los fabricantes y ese es el caso concreto de Honda Estados Unidos, que acaba de presentar una moto 100% eléctrica. Eso sí, hablamos de una moto de campo y, además, diseñada para los más pequeños de la casa.
No se trata de una moto de juguete, ni mucho menos. Estamos ante una moto que llega plantar cara a las grandes dominadoras hasta el momento: Husqvarna EE 5, GasGas MC-E5 y KTM SX-E5 y siendo, además, un paso más accesible. Para esta creación, Honda se ha apoyado en la empresa californiana Greenger Powersports. Gracias a ello han conseguido un producto llamativo y de calidad pero menos radical o más de acceso, como prefiramos, que las Husky y KTM.
Esta asociación tiene su parte lógica y es que Greenger cuenta con un largo historial de distribución de productos eléctricos para deportes de motor, además de poseer 20 patentes técnicas entre las que se incluyen una batería, un motor y un controlador. Por el otro lado, Honda ha aprovechado la parte desarrollada de sus motos de iniciación.
El conjunto supone, según la propia Honda “una herramienta de entrenamiento divertida para los jóvenes conductores, ya que elimina la necesidad del uso de embrague y cambio”. En cuanto al motor eléctrico es de bajo voltaje (48 voltios) y es capaz de producir 3,4 CV, una potencia razonable para un conjunto que pesa en vacío 48 kilogramos.
La batería es de iones de litio de 20 AH que es intercambiable y que permite con una carga completa, según las especificaciones, una autonomía cercana a las dos horas en un entorno ideal. La carga completa tarda cuatro horas o dos horas y media si se emplea un sistema de carga rápida opcional.
Hablando de la parte ciclo nos encontramos una horquilla telescópica de 33 mm y un amortiguador DNM que permite ajustes de precarga y rebote. Las llantas son de 12 pulgadas y los neumáticos unos Kenda Millville K771 de tacos tanto delante como detrás. En cuanto a los frenos usa discos en ambos ejes de 190 mm y ambos son accionables mediante las manetas que son regulables.
Como salta a la vista, el chasis es de doble viga de aluminio, el mismo material que se emplea para el basculante y el manillar. Uno de los puntos llamativos es que el asiento puede regularse en altura entre los 63 cm y los 64,7. La estética también es poderosa y destacan las reconocibles líneas de la CRF. Por cierto, cuenta con dos modos de conducción, el primero de ellos limitado a 16 km/h y el segundo a 32.
En cuanto al precio, se sitúa en los 2.950 dólares (2.672 euros al cambio actual) y el gran desafío que encontramos es que únicamente estará disponible en el mercado estadounidense, al menos por el momento.
