Japón es un país situado en el llamado cinturón de fuego del Pacífico, una zona de altísima actividad sísmica, y está preparado para soportar desastres naturales, aunque en ocasiones la naturaleza supera claramente las previsiones humanas. Esto sucedió el pasado mes de abril en Kunamoto, donde un fortísimo temblor quebró la tierra, causando cincuenta muertos y provocando importantes daños materiales en edificios, infraestructuras e industrias.
Precisamente en Kunamoto hay numerosas factorías dedicadas a la automoción: Honda, Toyota, Bridgestone, Nissan o Mitsubishi, entre otras, sufrieron importantes daños en sus fábricas que forzaron la interrupción de la producción durante varias semanas.
Aparte de los daños que sufrieron las plantas, los problemas en infraestructuras y vías de comunicación, con numerosos destrozos en carreteras y vías férreas, provocaron una falta de suministros que afectó a la producción e impidió el desarrollo normal del trabajo.
La factoría Honda de Kunamoto ha retomado su producción el pasado 6 de mayo. Ha vuelto a la actividad de forma parcial y así estará, al menos, hasta mediados de agosto. Para contrarrestar los efectos que esto podría provocar, Honda ha redistribuido la producción en otras factorias de Japón. Es importante que la actividad no se detenga porque en Kunamoto se producen algunos modelos de gran importancia para Honda, como la nueva Africa Twin, además de la gama de motocross, cuya gama 2017 tiene que entrar ya en producción, y otros modelos como la NC750X, la VFR1200, la CBR1000RR, y diversos modelos custom.
