A lo largo y ancho del planeta hay miles de preparadores que podrían convertir una arcaica Honda CB900F ochentera en un increíble proyecto restomod con todo lujo de detalles. Sin embargo, cuando uno busca la excelencia en una preparación de este tipo, el nombre de Hiroyuki Nakamura y AC-Sanctuary son los primeros en aparecer en mitad de nuestras ensoñaciones.
Esto mismo es lo que probablemente le ocurrió al “señor K”, tal y como lo denominan los amigos de Pipe Burn, cuando decidió que su impecable CB900F merecía una segunda vida donde cada detalle contara, y además lo hiciera de una manera única e irrepetible.
La teoría es que estas navidades pasadas su ansiada CB900F estaría terminada, pero esa meticulosidad llevada al extremo, por parte de Nakamura y su equipo, hizo que la entrega se retrasara unos días
Concretamente, hasta que este último logró dar con la tecla, en términos de carburación, y este increíble proyecto restomod terminara luciendo y funcionando a la perfección.
Honda CB900F by AC-Sanctuary en detalle
Dicen que «una imagen vale más que mil palabras» y cuando hablamos de una preparación salida de las instalaciones de AC-Sanctuary, esta expresión toma una especial relevancia. Solo hay que echar un pequeño vistazo a esta CB900F para percatarnos de que cada uno de los detalles que la componen tiene una misión específica.
Así que partiendo de esta base, el equipo de Nakamura desmontó por completo la CB900F, dejando el chasis totalmente libre de componentes. Lo primero que se hizo fue suavizar cualquier soldadura original que no gozara de un buen acabado, para posteriormente reforzar las partes sometidas a más torsión.
Terminado este proceso se procedió a instalar un basculante Sculpture mecanizado en CNC, una verdadera virguería que, además de impresionar visualmente, permite la monta de un neumático de mayor sección en el tren posterior. Posteriormente, se instalaron nuevos soportes traseros para terminar acoplando sendos amortiguadores laterales Ohlins pata negra.
Nakamura además se encargó de regular las geometrías para adaptarlas a la estatura y peso del «señor K». Aquí juega un papel especial la horquilla invertida delantera y la triple abrazadera elaborada en CNC. Empleando el mismo método se fabricaron nuevos soportes de pinza donde ahora hay ancladas un par de unidades Brembo.
Estas se encargan de morder dos discos Sunstar especialmente fabricados para este tipo de preparaciones. El conjunto luce de manera especial, en conjunción con las llantas OZ Racing de 17”, calzadas con neumáticos Metzeler Sportec M7 RR. Todo ello combinado con una estética que mantiene fielmente los patrones de estilo del modelo.
Si bien a Nakamura no le gustan las tapas laterales que trae el modelo de serie, sí que se han respetado el resto de fibras, así como el depósito de combustible original que luce esta CB900F. Además, su propietario quería mantener inalterado el esquema de color de la moto, por lo que antes de mandarla a pintura, AC-Sanctuary adquirió un kit de gráficos originales.
Manillar y contrapesos de RCM, estriberas personalizadas, partes del motor oscurecidas o una profunda revisión del embrague y la caja de cambios, también forman parte de este proyecto restomod. Como guinda del pastel se reconstruyó por completo la mecánica, instalando un kit de carburadores Yoshimura Mikuni TMR-MJN36 y renovando cualquier parte deteriorada.
Además, la CB900F de AC-Sanctuary ahora cuenta con un escape de titanio 4 en 1 Nitro Racing Weldcraft 3D, encargado de poner la banda sonora de esta exclusiva preparación. Una auténtica escultura rodante que se ha ganado, por derecho, entrar en ese cielo de las motos añorado donde Nakamura se encarga de dar el visto bueno.