Ferrari ha registrado una patente para un motor V12 con pistones ovales. El objetivo es claro: reducir el tamaño del bloque motor sin perder cilindrada ni potencia. Para conseguirlo, se modifica la forma tradicional de los pistones, haciéndolos ovales para que puedan colocarse más juntos. El resultado sería un V12 más compacto y ligero, sin renunciar al sonido y la respuesta que caracterizan a este tipo de motores.
La idea no es nueva. Honda ya la aplicó hace más de 40 años con la NR500, una moto de competición que buscaba competir contra los dos tiempos sin renunciar a los cuatro tiempos, exigidos por la marca. La clave fue un motor con pistones ovales, diseñados para simular un V8 en un espacio de cuatro cilindros.
El resultado fue tan complejo como revolucionario, con bielas dobles y ocho válvulas por cilindro. Sin embargo, fabricar aquellas piezas con precisión era un reto enorme en los años 70, y el proyecto tuvo más valor como innovación que como éxito deportivo. El propio ingeniero Toshimitsu Yoshimura, implicado en el proyecto, llegó a preguntarse si estaban innovando o simplemente obsesionados con una locura.
Ferrari quiere usar pistones ovales como Honda en la NR500… y en la mítica NR750
Pero Honda no se detuvo ahí. En 1992 llevó esta tecnología a la calle con la NR750, una moto de producción limitada que costaba una fortuna y ofrecía 125 CV con un sonido y un tacto únicos. Tenía carenado de fibra de carbono, inyección electrónica y, por supuesto, pistones ovales. Solo se fabricaron unas 300 unidades, y hoy es un objeto de culto entre coleccionistas.
Ferrari ahora retoma esa misma idea con un enfoque renovado. La patente detalla cómo al reducir la huella longitudinal del grupo pistón-cigüeñal se puede lograr un motor más compacto y sencillo de fabricar. Aquí es donde entra en juego la tecnología moderna: la impresión 3D, ya usada por Porsche para fabricar pistones de alto rendimiento, podría resolver los problemas que hundieron a Honda en su día.
¿Será esto más que un experimento? Es pronto para saberlo, pero la posibilidad de un Ferrari V12 con pistones ovales, más pequeño, más ligero y con un sonido brutal, es demasiado tentadora para ignorarla.
Lo que una vez fue una locura de ingenieros japoneses, podría convertirse ahora en la próxima gran jugada de Maranello.
