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La escasez de sensores de ABS podría afectar a la venta de motos

Un nuevo desafío para la industria
Fotos: Marcas
Cuando hace poco más de dos años todo lo que conocíamos voló por los aires no nos podíamos ni imaginar la magnitud de los acontecimientos. Tampoco podíamos imaginar que la globalización jugara en nuestra contra…

A estas alturas no cabe duda de que la factura de la pandemia está siendo estrepitosamente cara. Del plano humano poco queda por decir, millones de contagiados, millones de fallecidos, millones de personas con secuelas y la certeza de que esta situación se estudiará en los libros de historia. Y si no podíamos ni imaginar que un “bicho invisible” pudiera resquebrajar los cimientos de nuestra sociedad, menos podíamos pensar que la globalización que nos vendieron como la panacea a principios de siglo fuese a actuar como una horca que terminase de estrangularnos.

Llevamos desde entonces acusando la desindustrialización de una manera muy importante. La mayoría de componentes que utilizamos en nuestro día a día nos llegan desde el otro lado del mudo. Incluso las grandes empresas que todavía siguen ensamblando sus productos en Europa, dependen en un gran porcentaje de que los componentes lleguen desde miles de kilómetros. Además de suponer un sistema que contamina mucho más, ahora que tanto preocupa a la hora de prohibir que una moto circule por el centro de algunas ciudades, y que ha convertido Europa en un poco más que un proveedor de servicios, el gran problema ahora mismo es que se depende al máximo de esa globalización y de la llegada de los componentes para mantener el ritmo.

Hasta los modelos más básicos necesitan ABS

Ya lo sufrimos hace un tiempo con la “crisis de los microchips” y la situación no mejora, como pudimos ver con la falta de magnesio. Lejos de retomar el ritmo prepandemia parece que las cosas se están poniendo complicadas en algunos puntos. La última noticia al respecto que nos llega es que el stock de sensores de ABS está bajo mínimos. Conocemos que algunos fabricantes de coches, por ejemplo, han optado por entregarlos sin sus sistemas multimedia para luego montarlos cuando estén disponibles, pero eso no es posible con los ABS.

Por ley, todas las motos de más de 125 deben montar sistema ABS y, por tanto, no se puede entregar a posteriori. Eso por no hablar de que es un más que probado elemento de seguridad que salva vida. Al parecer el problema viene por la supuesta falta de materias primas. Lo que sí es seguro es que es un nuevo reto que tiene que afrontar la industria y una nueva muestra de las necesidades urgentes de reindustrialización.

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