La Yamaha RD350 refrigerada por agua es todo un icono del universo de la moto clásica, una moto que marcó la década de los ochenta debido a su ligereza y prestaciones. Ahora, esta moto de culto se resiste a morir para el equipo de Velocity-Moto (anteriormente Extreme Performance), un taller de motos de Surrey (Inglaterra), capitaneado por Hag Hughes. Tras el kit realizado sobre la base de la Yamaha XSR900, ahora le ha llegado el turno a la hermana pequeña, la Yamaha XSR700.
El kit en cuestión consta de carrocería completa (cúpula, quilla y tapas de colín) con pintura réplica a la carta, además de faro trasero, asidero, asiento y soportes específicos. La idea es que sea rápido y fácil de montar/desmontar, sin modificaciones en partes vitales que puedan dar problemas de homologación. El precio asciende a 1.400 € con las tapas sin pintar (1.300 € más) y, por 700 €, te lo montan en el taller si no quieres mancharte las manos.
El conjunto puede optimizarse con la adopción de escape deportivo Akrapovic/Yoshimura, suspensión K-TECH o reprogramación de ECU entre otros retoques.