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El vídeo del conductor de coche que tira dos motoristas nos enseña una dura lección

Un vídeo de Singapur muestra una doble escena perfectamente evitable con sentido común
Un accidente es un cúmulo de factores y, normalmente, cambiando uno de esos factores se alterará el resultado. Por eso el conductor de coche debe ir más atento y el de moto no jugarse el pellejo gratuitamente.
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Un vídeo que nos llega desde Singapur nos ha llamado mucho la atención. El protagonista es un conductor de coche que se ve involucrado en dos accidentes con motos de por medio de manera consecutiva. Pero detrás de estos dos accidentes, hay mucho que podemos analizar y recapacitar para hacer que las carreteras y las calles sean un lugar más seguro para todos.

De un primer vistazo, si le das al play al vídeo vas a ver como hay un coche que va a salir de lo que parece un estacionamiento, no mira lo suficiente y se lleva por delante a una moto. Luego, se baja del coche, vuelve a no mirar, abre la puerta y un scooter que pasa se la lleva por delante provocando el segundo accidente.

Entonces, después del primer impacto que produce la visualización del vídeo, hay que volver a verlo (varias veces) y a analizar la situación. Es en ese momento cuando te das cuentas que la acción, no es simplemente la descrita arriba.

No se trata de un coche estacionado, sino de un coche que está en un atasco en ese carril y decide cambiarse al siguiente. Entonces, no mira o no ve bien lo que viene y aunque hay una pequeña duda, tira para adelante con la maniobra y es cuando aparece la moto y se produce el impacto.

El conductor de coche tiene culpa, pero el motorista también

No cabe duda de que el conductor del coche no ha realizado correctamente la maniobra, pero el conductor de la moto tiene la manera de evitarlo. Siempre decimos que hay que conducir a la defensiva y es en estos casos donde es más fácil entenderlo. No puedes ir circulando a toda velocidad al lado de coches que están retenidos.

No es cuestión de que ellos tengan o no tengan que mirar, eres tú el que vas encima de la moto y el que va a sufrir las consecuencias y si te da igual pasar a 70-80 kilómetros por hora al lado de coches parados, asume que puedes acabar de calcomanía contra un coche.

El tipo del coche y más hoy en día puede que ni tan siquiera esté prestando atención a sus movimientos, pero también puede que tú entres por el ángulo muerto de sus retros o que haya detrás un coche que te esté tapando, o incluso que otro coche lleve las luces puestas y te camufles entre esas luces.

Puede pasar y tú debes ser consciente de ello como conductor de moto. Y si vas en coche, porque muchos somos usuarios de ambos vehículos, lo que siempre debes hacer por los mismos motivos que hemos expuesto anteriormente es mirar dos veces. ¿Por qué? Pues porque en lo que miras, vuelves la vista y vuelves a mirar la moto puede aparecer de la nada saliendo de ese punto muerto o porque va más rápido de lo que debe y no estaba en tu campo de visión o por otros factores. Pero si miras dos veces tienes más opción de ver lo que viene.

Para rematar la jugada, un pleno total de despropósitos, al analizar el segundo accidente vemos de nuevo la misma conducta entre los dos implicados. Primero el conductor del coche pone los dobles intermitentes y se lanza a socorrer a los motoristas. Después aparece un tercero con un scooter que decide que es buena idea “pasar a fuego” entre los coches atascados y uno que tiene el doble intermitente puesto.

Es, casi calcado, la misma situación: uno que no mira y otro que no es consciente del riesgo. Por eso no nos cansaremos de repetir: “Conductor de coche: mira dos veces para salvar una vida. Conductor de moto: no juegues con la tuya”.

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