No cabe ninguna duda de que las motos son grandes aliadas en la movilidad en las ciudades. Al menos desde el punto de vista del usuario de moto las ventajas son muy evidentes, pues se gana mucho tiempo en los desplazamientos más conflictivos y se puede aparcar prácticamente a la puerta del destino.
De hecho, esto es algo que se nota en las ventas europeas y es que los datos de ANESDOR son claros en ese sentido, ya que en los nueve primeros meses de 2023 se han matriculado 875.680 unidades y eso supone un incremento del 11,8% respecto a 2022. Ahora bien, ¿realmente es una solución para la movilidad en las ciudades?
Para intentar responder a la pregunta, el Moto Club Mapfre encuestó a sus socios para conocer al detalle su opinión, pero además entrevistó a cinco expertos en el mundo del motor, educación, seguridad e infraestructuras en busca de su opinión sobre si la moto puede o no puede ser una solución para la movilidad urbana.
¿Es o no es la moto una opción sostenible para la movilidad urbana?
Según los encuestados no hay lugar a dudas, pues el 97% consideran que sí se mejora la movilidad. De esa aplastante mayoría, el 67% esgrime razones como la sostenibilidad al contaminar menos que otros medios de transporte, el menor gasto de combustible y el menor espacio que una moto ocupa en el espacio urbano con respecto, por ejemplo, a un coche.
Igualmente, los encuestados sienten lo que es un clamor en el mundo de la moto y es la sensación de que a los usuarios de moto no se les trata correctamente en las ciudades, no se fomenta su uso. A pesar de ello, el 71% de los usuarios recomendaría su uso si hubiera más incentivos, haciendo hincapié en la seguridad tanto de las infraestructuras como en formación a los usuarios.
En cuanto a los expertos, la opinión es la misma: la moto sería una solución plausible para mejorar la movilidad sostenible. Eso sí, añadían que no es la única a pesar de reconocer que ofrece muchas posibilidades de mejora para incrementar su uso en ciudades, mejorando la sostenibilidad y movilidad urbana.
De esta manera, y con la coincidencia en opiniones y sensaciones de usuarios en cuanto a la movilidad urbana, solamente falta reclamar a las administraciones públicas que faciliten o, al menos, no dificulten el uso de la moto en las ciudades.