Quien haya estado alguna vez por la zona de la comarca del Bajo Aragón sabrá perfectamente que, además de encontrarse buena gente y unos paisajes pintorescos, su climatología es más bien extrema. No estamos en un desierto, pero en verano hace un calor que te abrasa y en el invierno un frío que pela. De hecho, en Alcañiz el dicho es que tienen tres estaciones: invierno, verano y la del tren (que nunca llegó a ponerse en servicio aunque estaba prevista. Hablamos de hace un siglo…). Por tanto, correr a mediados de octubre allí significa que salvo sorpresa va a hacer frío con tendencia a mucho frío y, probablemente, el viento jugará un papel importante. Pues bien, eso es lo que ha pasado este fin de semana en el GP de Aragón, donde el frío y su compañero el viento, marcaron el ritmo a seguir. Tal fue así que vimos algo insólito en un Gran Premio y es que los horarios se cambiaran de un día para otro para intentar que los pilotos rodasen con algo más de calor. La consecuencia directa en todas las categorías fueron las caídas, muchas durante todo el fin de semana y, principalmente en las curvas de derechas. ¿El motivo? De entrada tenemos 7 curvas de derechas frente a 10 de izquierdas, pero además algunas de esas curvas de derechas no son especialmente exigentes con el neumático por lo que el flanco derecho no va tan caliente como debiera, un problema que se acrecenta en las curvas dos y tres después de la larga recta, las curvas 16 y 17, la recta de meta y la curva uno. Casi medio circuito en lo que a metros se refiere sin girar a derechas y, claro, luego llegan los problemas.

MotoGP y los Alex
En MotoGP este problema fue muy obvio durante los entrenamientos, pero curiosamente en carrera se dio la situación contraria. Algunos pilotos se quejaron de que los neumáticos delanteros se les sobrecalentaron ¿por qué? Pues por una razón física, aquellos que iban a rebufo de otro piloto y no cogían “aire limpio” sino el caliente de la moto de delante no enfriaban la goma delantera y lo que al principio puede parecer una ventaja, con el paso de los minutos acaba en un problema. También vimos, un fin de semana más, el gran vacío de poder que existe en la categoría. Sigue dando la sensación de que nadie quiera llevarse el título (¡algo que no es así!) pero cuando toca sacar los galones parece que todos tienen alguna “excusa”. Ayer Quartararo perdió el liderato gracias a un cero casi inexplicable y es que sin caerse acabó penúltimo después de ir perdiendo ritmo según avanzaban las vueltas. Mientras, Joan Mir, que es el nuevo líder, perdió la oportunidad de asestar un duro golpe al ser tercero. De Viñales y Dovizioso poco que añadir, pero la realidad es que los cuatro siguen separados por 15 puntos después de 10 carreras y con un ratio de puntos por carrera que habla por sí mismo y es que el líder toca a 12,1 puntos por GP… ¡un piloto que hubiera sido cuarto todas las carreras sería líder! Eso sí, hay una cosa que no podemos perder de vista y es la gran actuación que hicieron ayer los Alex. Rins logró una victoria que lo acerca a los líderes de la general y deja atrás el palo de Le Mans y qué decir de Márquez. Un gran trabajo y una gran recompensa, segundo podio consecutivo, esta vez en seco y luchando por la victoria pero además siendo fino, cometiendo pocos errores, llegando desde atrás. En dos GP ha despejado todas las dudas que podía haber sobre él y ojo, que dará igual que su hermano esté de vuelta porque ayer Álex fue más rápido en el total de la carrera que Marc el año pasado (Rins lo fue casi tres segundos, Márquez dos y medio). Así que, como resumen, en MotoGP no se está yendo más lento porque no esté Marc: se está yendo muy rápido, pero son pilotos de manera alterna, no hay nadie regular en una parrilla donde con la ausencia de Valentino Rossi nos encontramos un GP sin un campeón de la categoría reina por primera vez en casi 30 años.

Moto2 y Moto3
Si en MotoGP el problema parecía que venía en ir a rueda en Moto2 era todo lo contrario, quien se ponía delante penalizaba hasta tal punto que asistimos a algo tan poco habitual como ver que dos líderes de la carrera se van al suelo ellos solos. Le pasó a Di Gianantonio, que entró algo largo en la curva dos, y le pasó después a Marco Bezzecchi. Sam Lowes se anotaba así su segunda victoria consecutiva y se pone a tres puntos de un Enea Bastianini que sin hacer demasiado ruido vuelve a colocarse líder. Jorge Martín lograba un podio que podría haber sabido mejor de no haber perdido el segundo puesto con Enea. En cualquier caso, la categoría que parecía más encaminada antes de Le Mans ahora está llena de dudas con Bastianini, Lowes y Marini separados por cinco puntos. Parece que la única categoría que se salvó en cierto modo de la quema fue Moto3. Los pilotos de la categoría pequeña volvieron a jugarse la victoria en la última vuelta y Jaume Masiá, después de varios GP quedándose sin recompensa, lograba una victoria que endulza una amarga temporada. Darryn Binder sumaba un nuevo podio continuando con su tendencia de “todo o nada” mientras que Raúl Fernández conseguía su primer podio mundialista. Quien no pudo dar un golpe sobre la mesa (o mejor dicho no lo dejaron) fue Albert Arenas que no pudo pasar de la séptima posición a pesar de luchar en el grupo de cabeza por la victoria. Ahora, el catalán sigue líder, un poco más (13 puntos) pero con la oportunidad perdida de haber podido coger una carrera de margen. Lo mejor es que este viernes todo volverá a comenzar y veremos quién saca partido a eso de “repetir”.