El sábado empezó complicado por la lluvia, pero a mediodía paró y el circuito se secó. En el FP3 se rodó poco por las condiciones de humedad intermadia, de hecho Márquez dio una sola vuelta. Pero ya en el FP4 el asfalto estaba seco y pudieron probar ritmo de carrera… y comprobar que el de Marc está entre medio y un segundo entero por delante de cualquier rival. Con esa perspectiva se llegó a la Q1, donde pasaron Morbidelli y ¡Iannone! (que acabó en el podio aquí con la Suzuki en 2018 de todas formas), y Rins se quedó a centésimas de hacerlo: saldrá 12º en “su” GP. Y no será 13º porque faltará alguien delante: Pol Espargaró que no pudo salir en la Q2 por una fea caída en el FP4 y lesión en la mano izquierda.
Para la Q2, la sorpresa no fue la pole de Marc Márquez sino que no bajara del 1’47’’: según él mismo el equipo le recordó que lo importante era tener la pole y no tentar a la suerte buscando récords (el de la pole es suyo desde 2015). Hizo su vuelta de forma cómoda, de hecho le fue siguiendo Aleix Espargaró que gracias a eso subió su Aprilia hasta la 5º plaza final, una segunda fila de oro en la que le acompañarán Miller (4º) y Rossi (6º). La duda al final fue si algún rival se le acercaría como para amenazarle: Quartararo estuvo cerca pero en el último parcial perdía las 3 décimas largas que al final le separaron de Marc. Tercero fue Viñales, a una décima de Fabio, y todo apunta a que la carrera, si Marc no se escapa, estará de nuevo entre el de honda y las dos Yamaha, la Petronas y la oficial.
