“Por mi parte no va a haber absolutamente ningún problema, yo sigo igual que hasta ahora, no hemos hecho nada de lo que tengamos que arrepentirnos”, dijo Jorge Lorenzo ayer en Jerez, durante la multitudinaria rueda de prensa de la Gala FIM, en la que estuvieron presentes todos los campeones del mundo de 2015, aunque, obviamente, él fue el centro de atención. El desenlace del Mundial de MotoGP todavía colea: “En la última carrera, en la que había una enorme presión hicimos la ‘pole position’, la vuelta rápida y ganamos la carrera. Un mejor papel no podíamos hacer, la verdad”, aseguró Lorenzo.
Y él asegura que no tiene cuentas con nadie, que seguirá tratando a todos los pilotos como siempre, sin considerar que 2015 haya sido un años diferente: “Insisto en que hemos respetado siempre a todos nuestros rivales, no hemos hecho nada en la pista de lo que tengamos que arrepentirnos, así que la conciencia está muy tranquila y por mi parte no va a haber ningún problema con ningún piloto en el futuro”, insistió.
No todos lo ven igual. Valentino Rossi mantiene su hermetismo y frialdad respecto a él y a Marc Márquez, a quienes ha dejado de seguir en sus redes sociales. Y cuando se encontraron el pasado lunes en el EICMA de Milán, la situación fue más que gélida, glacial: ni un saludo, ni una mirada, ni un gesto.
Los Michelin me van a venir bastante bien, aunque hay que cambiar bastante el estilo de pilotaje
Lorenzo recuerda su quinta corona casi como un sueño: “Ha sido fantástico, parecía un sueño, que no era real conseguir este campeonato. Han pasado tantas cosas y hemos estado tan lejos de conseguirlo que al final, ganarlo en la última carrera, en la última curva de la última vuelta es algo impresionante. No podía haber imaginado un final más emocionante, más dramático y más bonito para nosotros”, confesó, pero ya piensa en 2016: “Mi mente está ahora focalizada en mantener e incluso mejorar mi condición física de cara a la próxima temporada durante los tres meses que tenemos de intervalo hasta que vuelva el trabajo en pista. Ahora no puedo tocar la moto ni hacer nada al respecto hasta Sepang en febrero, así que deben ser los ingenieros quienes trabajen”.
Y confiesa Lorenzo que los nuevos neumáticos Michelin pueden ser favorables a su pilotaje: “A priori creo que me van a venir bastante bien, aunque hay que cambiar bastante el estilo de pilotaje. Con los Bridgestone podías frenar muy, muy tarde, y frenar incluso inclinado al máximo. Con los Michelin eso no lo puedes hacer, tienes que frenar antes, hacerlo completamente derecho y soltar los frenos pronto para tener un buen paso por curva. Así que, en principio, estos neumáticos nos tienen que venir bien. Pero no sólo cambia eso, lo hacen muchas otras cosas y algunas tan importantes como la electrónica. Hasta que no pasen unos días de entrenamientos de pretemporada no veremos el potencial de cada uno”, aseguró.
