En los últimos tiempos estamos asistiendo a una nueva crisis de los circuitos de velocidad. Sus elevados costes de mantenimiento (en algunos casos la mala gestión) y los cánones para albergar carreras los convierten en deficitarios. Uno de ellos es el Circuit de Barcelona-Catalunya, uno de los referentes de nuestro país y el único que alberga simultáneamente F1, MotoGP y WSBK, algo que pasa en pocos circuitos del mundo y motivo por el cual es también uno de los referentes internacionales. La actividad en la pista catalana no cesa, tiene un 81% de ocupación anual, y aun así su independencia económica no es posible.
Aprovechando el plan estratégico que abarca hasta 2024, se confirmó una inversión de 30 millones de euros y que, en gran parte, irán destinados a convertir al Circuit en una infraestructura más sostenible. Como ya sucede por ejemplo en Mugello, el trazado catalán va a instalar 18.480 metros cuadrados de placas solares en la cubierta de la tribuna, los diferentes edificios y la torre.
Pero el plan estratégico va más lejos de esto y es que, como decíamos, la pista es deficitaria. Cada año cuesta a las administraciones dinero, por lo que están dispuestos a aprovechar no solo la pista sino también las 25 hectáreas de terrenos verdes de los que disponen para que sean explotadas también. De esta manera quieren centrarse en ofrecer el espacio para ferias, congresos y turismo de negocios, eventos singulares vinculados a la música en vivo, eventos deportivos varios como el ciclismo, escalada o el running y los e-Sports. Además, pretende vincularse al cambio industrial del mundo del motor.
En cuanto a las cifras presentadas, se estima que generan un total de 2.670 puestos de trabajo equivalentes a tiempo cumplido anual. Además, las actividades que se llevan a cabo en un año y todo lo que tienen que ver con ellas en el entorno implican una producción de 326 millones de euros, generando un PIB de 181 millones. Vinculado a Catalunya, el Circuit es responsable del 0,05% del PIB generando además un retorno fiscal para la administración de 49,3 millones de euros.
Con estas cifras presentes, desde la Generalitat apuestan por seguir ingresando dinero extra a través de la corporación que componen la propia Generalitat, la Diputación de Barcelona y el propio Ayuntamiento de Barcelona. Las autoridades, en este caso, son conscientes de que el dinero público invertido revierte con creces en la zona. Hay que recordar que el circuito catalán tiene contrato tanto de F1 como de MotoGP hasta 2026 con los cánones que eso implica y que, sin duda, están detrás de los gastos más importantes en la partida presupuestaria.
