Después del mal año que Jorge Lorenzo tuvo en 2019 en el seno del equipo Repsol HRC, sin encontrarse nunca cómodo con la Honda para rodar rápido, y con varias lesiones serias, decidió retirarse. Alberto Puig lo tuvo claro y no se arrepiente meses después aunque son muchos los que cuestionan su decisión: «Lorenzo nos dijo que lo quería dejar, que no encontraba motivación para seguir pilotando la Honda y que no quería hacerse más daño. Lo tuvimos claro, le dejamos salir porque Honda nunca iba a obligar a un piloto a subirse en una moto y correr en esas condiciones. En Valencia se retiró oficialmente. Si ahora ha cambiado de idea, es algo que no nos interesa… cada uno hace lo que quiere. Honda fue correcta con él al cien por cien, hicimos todo lo posible por ayudarle y mejorar su situación, y obviamente no fue suficiente. Yo respeto a Jorge: decidió dejarlo y lo hizo correctamente. ¿Que podríamos haber evitado que se fuera a otra marca? No lo veo, no nos importa, él dijo que se retiraba y ahora ha cambiado de opinión, que no es cosa nuestra, y tampoco es que en esto sea fácil llevarte un ‘libro’ con información a un rival«.
Honda parece que tiene por tanto la conciencia tranquila, y Jorge Lorenzo ha declarado estarles agradecido. «Dije y repito que Alberto Puig se portó muy bien conmigo, en Honda me intentaron ayudar pero yo nunca me encontré bien con esa moto y no estuve bien físicamente, por eso decidí dejarlo. Poco después de que anunciara mi retirada, Linn Jarvis me dijo que Yamaha estaba interesada en que yo fuera su piloto de pruebas, si quería y tenía ganas: no tardé en tener una oferta en la mesa. Pero yo quería esperar, decidir si quería subirme a una MotoGP de nuevo. Sabiendo que era Yamaha quien me ofrecía esto, lo hacía más atractivo, y miré esa oferta con interés… hasta aceptarla«.
Después de sus primeros entrenamientos, dos días en Sepang, Lorenzo resume su experiencia como «muy buena, me deja buenas sensaciones. Desde el primer momento aprecié que la moto no había cambiado mucho desde 2016 cuando corrí con ella por última vez. Es una moto fácil, comparada con la Ducati que es muy potente o la Honda que es ágil pero difícil. La Yamaha ayuda al piloto a ser suave, era su punto fuerte y lo mantiene. Al final el domingo no llegué a probar la moto 2020 porque Yamaha iba justa de piezas para todos, pero fue bueno poder haber llegado a tiempo para rodar en estos entrenamientos por lo menos. Yamaha ya me ha dicho qué calendario tiene para nosotros y pronto volveré a subirme a la moto«.
