Tras superar ayer los mismos ejercicios y revisión médica que le dieron el apto hace para tomar parte en el GP de Andalucía antes de que se volviera a romper el húmero, hoy Marc Márquez ha vuelto a subirse a una MotoGP. El trazado del Autodromo do Algarve, que este fin de semana acoge la tercera cita del Mundial de MotoGP 2021, no estaba en las mejores condiciones debido a la humedad y, de hecho, en Moto3 no han salido todos los pilotos por lo que hasta el mismo arranque de la FP1 ha habido dudas de si Marc saldría a pista o no. Eso sí, unos minutos antes Márquez ya estaba en su box con el mono puesto y listo para la acción.
Con el box cerrado por delante, el ocho veces campeón del mundo, se ha colocado en su silla y ha comenzado a repasar los apuntes de su ya clásica carpeta naranja. Como era de esperar, Marc Márquez ha dejado que fueran los otros pilotos de la categoría reina los que salieran primero y cuando ya habían transcurrido los primeros cinco minutos, se ha puesto el casco, los guantes y ha saltado a pista 265 días después.
Marc Márquez se sube a la MotoGP, pero con cautela
La pista, con muchos parches de humedad, no ha sido el mejor escenario para la vuelta y, de hecho, en las primeras curvas hemos podido ver a un Marc muy cauto. En la frenada de final de recta en su primera vuelta lanzada se ha ido largo, pero metro a metro ha ido recuperando sensaciones al menos según se ha podido ir viendo desde fuera.
Ya en la tercera vuelta ha sido capaz de colocarse en la cuarta posición provisional “pintando” el primer parcial de rojo en ese momento. Sólo dos vueltas más tarde en una tanda más larga de lo esperado ha sido capaz de subir a la segunda posición a 61 milésimas de un Bagnaia que, aún con 27 minutos por delante, ha estado liderando la sesión en ese punto.
Segunda tanda, más confianza
Después de estas primeras siete vueltas, Marc Márquez ha vuelto al box donde ha estado un buen rato. Ha vuelto a salir a falta de 12 minutos con una pista que ha ido mejorando poco a poco, secándose en más partes. Las sensaciones, al menos desde fuera, es que ha ido encontrándose más cómodo, mejorando sus cronos y llegando al nivel del resto de los pilotos. Ya con el pie fuera en las frenadas, prácticamente rozando el codo con el suelo y aumentando el ritmo giro tras giro.
El golpe encima de la mesa ha llegado a poco menos de cinco minutos para el final, cuando se ha puesto al frente de la clasificación. Eso sí, poco le ha durado la alegría ya que ha sido un momento en el que muchos pilotos han ido mejorando. Aun así, ha dejado muy claro que ha viajado a Portugal con ganas.
Final de sesión apoteósico
En la última vuelta, con el cronómetro a cero, Marc ha vuelto a ponerse al frente de la clasificación. Por detrás, algunos pilotos estaban intentando mejorar el tiempo del catalán aunque solamente Maverick Viñales y Álex Rins han sido capaces de superarlo. Un final extraordinario para una vuelta más que esperada.
En la FP2 todavía más rápido
Ya por la tarde y con la pista en mejores condiciones, Marc ha vuelto a salir a pista para conseguir bajar su registro en dos segundos. Igual que él, también hemos visto mejorar a sus rivales y el 93 ha tenido que conformarse con la sexta plaza a 473 milésimas de un Bagnaia competitivo. Eso sí, entre Quartararo que ha sido segundo y Márquez únicamente ha habido una décima.
El sábado un nuevo paso adelante
El de Cervera, después de unas horas de descanso, se enfrentó al FP3 (donde no consiguió el paso directo a la Q2) y al FP4, el único entrenamiento libre en el que podar cosas de cara a carrera sin la presión del crono. Luego tuvo que pasar por la Q1 donde consiguió ser el más rápido y pasar a la Q2. Lejos de conformarse, en esta Q2 jugó sus cartas, salió a un solo intento por gestión de físico y neumáticos y acabó sexto a pesar de empezar a acusar el cansancio. Sólo 259 milésimas lo separaron de haber arrancado en la pole.
La primera carrera todo un éxito
Cuando eres Marc Márquez un sépitmo puesto no puede ser considerado como un buen resultado, a no ser que estemos hablando de este fin de semana. Sin haber podido rodar tantas vueltas con una MotoGP, con claros problemas para parar la moto rodando en grupo y algún susto incluido, Marc llegó a rodar en posiciones de podio en el arranque.
Lógicamente, el físico comenzó a pesar y Marc perdiá fuelle. Lo cierto es que visto desde fuera incluso se podía pensar que Márquez podría optar por la retirada, pero sacó la garra, comenzaron a pasar las vueltas y con ellas fue mejorando su vuelta rápida hasta conseguir recuperar alguna posición perdida y acabar en una más que decente séptima posición a 13.2 segundos de Fabio Quartararo, el vencedor del GP.
En la última vuelta fueron más que evidentes sus problemas físicos en la entrada a meta donde la moto comenzó a moverse violentamente. Marc pudo controlarla finalmente y acabar la carrera séptimo. Al llegar al box y con todas las felicitaciones, tras el esfuerzo, vimos el momento más humano del seis veces Campeón del Mundo de MotoGP que rompió a llorar. Acababa así la pesadilla de nueve meses de dudas, Marc ha vuelto y está decidido a ser el mismo de antes.
