Decíamos en nuestra crónica original que eran sencillamente increíbles las Ocho Horas de Suzuka de este año. Siempre lo son, pero no recordamos una edición tan dramática como ésta: toda la carrera se disputaron el podio los equipos oficiales de Honda, Yamaha y Kawasaki, y a media hora del final se desató un final de película, ya con la noche cayendo sobre Suzuka. El remate, creíamos, fue la caída de Jonathan Rea a pocos minutos del final por aceite en pista. La bandera roja posterior no les salvó y como la Yamaha, hasta ese momento segunda, sí pasó por meta, fue declarada ganadora. Era la quinta consecutiva para Yamaha.
Pero Kawasaki reclamó: la bandera roja debía haberse sacado en cuanto se detectó que aquella moto echaba aceite en la pista, y debía contar la vuelta anterior, la última que completó Rea. La reclamación fue aceptada y varias horas tras la finalización de la carrera, se editaba una nueva clasificación: el potente equipo que Kawasaki había preparado, con sus pilotos de SBK Jonathan Rea, Leon Haslam y Toprak Razgatlioglu, es el ganador de las Ocho Horas de Suzuka de 2019.
La moto que provocó este desenlace tiene su historia también: era la Suzuki del equipo SERT, hasta ese momento líder de la provisional del Mundial por un solo punto. Cuando su piloto notó algo raro en el motor, seguro que no daba crédito que a falta de pocos minutos furan a perder un Mundial de esa forma, y quizás por eso intentó aguantar… regando el circuito y provocando el caos. Pero ya era inevitable y el título fue para el equipo Kawasaki SRT France en el que corre David Checa. Al final, Kawasaki gana el Mundial y las Ocho Horas seguida del equipo Yamaha y del Honda oficial: el drama inicial ha acabado bien para ellos.